El temporal que el pasado viernes azotó la comarca obligó a suspender la primera verbena de las Festas de San Martiño. Las actuaciones previstas, de las orquestas Marbella y Trébol, se trasladaron a esta pasada madrugada, congregando a cientos de personas pese a tratarse de una jornada laboral. La comisión de fiestas intenta ahora recuperar la velada de música perdida, logrando que los grupos que iban a actuar ayer -Verde Menta y Ámbar- puedan tocar este viernes 16 de noviembre. Sin embargo, para ello los organizadores esperan recibir hoy la autorización del Concello que les permita suscribir el correspondiente seguro de responsabilidad civil, "porque non queremos facer unha festa clandestina, polo que poida pasar", apunta el presidente de la comisión, Manuel Uxío García Barreiro.

Ayer se celebró, a las 12.00 horas, una misa cantada por la coral del club de jubilados Virxe do Carme de Moaña en honor a la patrona de lo marineros. Le siguió una procesión hasta el cruceiro con las imágenes de San Martiño y de la Virxe do Carme. Contó con la actuación de la Banda de Música Airiños do Morrazo.

Si bien la procesión no contó con tanta afluencia como en el día grande, la mañana soleada hizo que cientos de personas acudiesen a la ceremonia religiosa. La jornada dedicada a la patrona de los marineros reunió a más fieles que en años anteriores.

Desde la comisión valoran muy positivamente la participación de público a lo largo de todo el fin de semana, pese a los episodios de intensa lluvia. De hecho, la noche del sábado para el domingo, que fue la víspera del festivo, se citaron unas 4.000 personas entre los que se disfrutaron de las orquestas en la carpa y los que probaron el vino de casa en los distintos furanchos. Las mayores ventas, con miles de litros de vino, se dieron tanto en los furanchos de los bajos de casas, más abrigados de las inclemencias del tiempo, como en los puestos ubicados en la carpa del atrio bajo.

Pese a la aglomeración de gente no se registraron incidentes destacables. Eso sí, la cuadrilla del Concello llegó a la zona la madrugada del domingo para limpiar los restos de cristales y plásticos, para que todo estuviese preparado para la procesión del día grande.

La decisión de la comisión de instalar baños portátiles detrás de la carpa de la zona de verbena fue también aplaudida por el público, tras las quejas de años anteriores.