Armadores y pescadores de la ría de Arousa se fueron a descansar ayer a media tarde con un sabor bastante agridulce tras el primer día de campaña de la centolla. Y es que por un lado las capturas fueron buenas -aunque peores que las del comienzo de 2017, que fue un año excepcional-, pero por otro lado los precios fueron muy discretos. El margen de rentabilidad para la flota, en consecuencia, ha sido más bajo.

En la lonja de O Grove se subastaron durante la tarde de ayer 3.250 kilos de marisco, unos 900 menos que hace un año. El precio de salida fue de 16 euros el kilo, mientras que las piezas más baratas se despacharon a nueve euros el kilo, que es el precio de retirada pactado por los armadores de O Grove.

El primer día de la campaña de hace un año, sin embargo, se pusieron a la venta algo más de cuatro toneladas de crustáceo, y las mejores piezas se vendieron por encima de los 24 euros el kilo. Las últimas salieron a 10, lo que también supone mejor precio que ayer.

En Cambados también se vendió menos y más barato que hace un año. Así, ayer se despacharon en la lonja de Tragove 900 kilos de centolla. Las mejores piezas se vendieron a 15,60 euros el kilo, y la subasta se paró en 8 euros el kilo, que es la cotización mínima acordada por la cofradía de Cambados. Al llegar a ella, se detiene la puja, y se devuelve el marisco al agua para volver a subastarlo al día siguiente.

Hace un año, en la lonja de Tragove había unos 1.300 kilos de producto, y el precio de salida ya superó los 19 euros el kilo. La cotización ya había sido entonces muy inferior a la de 2016, cuando los primeros "míos" rondaron los 27 euros el kilo. Aquella campaña, sin embargo, había estado marcada por la falta de centollo, lo que hizo que el poco que había fuese más caro.

El año pasado, muy bueno

Así las cosas, la sensación es agridulce. El patrón mayor de O Grove, Antonio Otero, apunta que no está preocupado por la comparación con la cantidad de marisco del primer día de 2017, "porque el pasado año fue muy bueno". Aunque sí admite que la flota tenía perspectivas de encontrar más centollo. "No es lo que pensábamos, pero es el primer día, y todavía no sabemos lo que va a pasar".

El patrón grovense, que es el puerto principal de la ría de Arousa en lo que a centollo se refiere, añade que "las condiciones eran las ideales para el centollo, con mar de fondo. Pero por otro lado había muchísimas algas en el fondo, y se enganchaban en los aparejos, por lo que era más difícil trabajar".

Los precios

Lo que sí llamó la atención de Antonio Otero es la contención de los precios, más inexplicable si cabe por el hecho de que no había tanto centollo como el esperado. "Quizás los compradores estén a la expectativa estos primeros días", arguye el presidente del pósito con una de las principales flotas del centollo de Galicia, al contar con medio centenar de embarcaciones con permiso para los "miños".

Estos precios sí son favorables para los consumidores, que podrán encontrar el "rey del marisco" a precios más contenidos que otros años. Esto podría espolear el consumo tanto en las plazas de abastos como en la hostelería, que tiene en el centollo uno de sus grandes atractivos de otoño e invierno.

El tope de capturas en Galicia está fijado en 35 kilos diarios por marinero, y 35 por embarcación.