El primer día de la campaña de la centolla se saldó en Cangas con un precio de 17,20 euros el kilo, algo más bajo que el año pasado (18 euros) y un descenso de capturas con respecto a la anterior temporada cuando el crustáceo abarrotó las lonjas. De todas formas, hay satisfacción en la flota canguesa,aunque también aseguran que los aparejos venían con mucha "basura", por la presencia de abundante alga en el mar que los vientos del sureste tendrán que arrastrar a tierra.

La primera parada en la subasta de centolla en la lonja de Cangas, que empezó a las 16:00 horas, la realizó a esos 17,20 euros el comprador y vendedor en la plaza de abastos canguesa Berto Lagoa Rodríguez. Se llevó los mejores lotes de centolla expuestos en capachos sobre las mesas de la sala de subastas a la que acudieron numerosos compradores. En Cangas también se vendieron cuatro piezas de bogavante a un precio máximo de 28,23 euros el kilo.

En Bueu, la centolla alcanzó un precio máximo de 16,15 euros en una subasta muy concurrida de gente y que empezó una hora más tarde que la de Cangas.

La flota tenía esperanzas de que el primer día de campaña resultara bien. Los "detectores" hicieron tener unas perspectivas buenas, en cuanto a abundancia del crustáceo, porque vieron bastante centolla en el mar, aunque más en la ría de Pontevedra que en la de Vigo.

La flota de la centolla está formada por unos 15 barcos en Cangas y unos 30 en Bueu. Ayer a primera hora de la mañana, los barcos salieron al mar para largar sus aparejos, bien miños o raeiras, un arte que no forma parte de los Permex y que los patrones tienen que solicitar expresamente para la captura de la centolla. Se trata de un arte de relativa nueva creación, de un solo paño y de menos apertura que los miños, -30 centímetros- muy específico para la centolla de buen tamaño. Con los miños, de tres paños y de 50 centímetros de malla, además de centolla, entra pescado variado como raya, lenguado, choco, maragota o pinto.

El patrón mayor de Bueu y nuevo presidente de la Federación Provincial de Cofradías, José Manuel Rosas, asegura que los detectores dan que la campaña puede ser buena "pero habrá que esperar a los primeros días y completar la primera semana, para poder hacer balance". Las perspectivas apuntan a una cantidad "razonable" de centolla, pero también entiende que lo importante es que "tengamos una pesca razonable y que aguante en el tiempo para que sea rentable".

En la anterior campaña, que se prolongó desde el 14 de noviembre hasta el 23 de junio, la Cofradía de Bueu capturó 12.721 kilos de centolla, de los cuales 8.960 fueron en los dos últimos meses del año 2017 y 3.754, entre enero y junio de este año 2018. Las capturas supusieron en Bueu una facturación de 136.181 euros. Los mejores precios se alcanzaron a finales del año 2017 -marcado lógicamente por la campaña de Navidad- con un precio medio de 11,20 euros el kilo. La centolla se vendió en esa época a un precio mínimo de 6 euros y llegó a un máximo de 21,95. Ya en la segunda etapa, de enero a junio de 2018, cuando disminuyen las capturas, el precio medio bajó a 9,53 euros el kilo. El mínimo fue de 4 euros y el máximo no pasó de 18 euros/kilo.

En el caso de la Cofradía de Cangas, en la anterior campaña registró más capturas que Bueu, con 14.180 kilos (8.580 a final de 2017 y 5.600 en el resto de los meses de campaña de 2018). La facturación fue de 156.331 euros. El precio medio fue como en Bueu, aunque el máximo llegó a los 25 euros el kilo y el mínimo no bajó de 5.