La lluvia dio una tregua para poder disfrutar de las Festas de San Martiño, tanto en Moaña como en Bueu. En la parroquia moañesa pudo salir la procesión con las imágenes de San Martiño y de la Virxe do Carme que recorrieron a hombros la distancia entre la iglesia y el Cruceiro para retornar de nuevo al templo, rodeadas de cientos de fieles.

El día grande de San Martiño se vivió también ayer en los 15 furanchos tradicionales, abiertos estos días en bajos y en carpas, que estuvieron llenos de gente pra disfrutar de almuerzos. La fiesta es un motivo de reencuentro de las familias locales y también de las amistades que, año tras año, se dan cita en la parroquia cuna de Moaña en torno a un certamen que es Interés Turístico de Galicia.

En Bueu, los actos por la mañana estuvieron centrados en su XXIII Carreira Pedestre de San Martiño, que reunió a más de 500 participantes en un recorrido urbano, con salida desde la avenida de Montero Ríos, a la altura del Museo Massó.