El propietario de la cafetería Caramelo, Miguel Ángel Parcero, ha aclarado este mediodía las circunstancias en las que se produjo la detención de una madre durante el transcurso de una fiesta por el Día de Muertos y se ha mostrado tajante: "Negamos haber servido alcohol a menores".

"Una madre y su hija empezaron a pelear por una prenda de ropa, se tiraron de los pelos, y los que estábamos en la cafetería las separamos", explica el dueño. "Nosotros, inocentes completamente, llamamos a la Policía", prosigue.

Una patrulla del Puesto Principal de la Guardia Civil de Cangas se personó en el lugar y pidió una ambulancia para poder trasladar a la hija de la mujer al Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, que, según ratificó el personal médico, presentaba síntomas de posible coma etílico. Otra menor que las acompañaba, de 16 años, también presentaba síntomas de haber consumido alcohol. La mujer, vecina de Cangas, está siendo investigada, según ha informado la Guardia Civil, por un delito de abandono de familia.

Desde la cafetería Caramelo han adelantado que ya han "contactado con abogados y vamos a defendernos. Presentaremos pruebas", avanza Parcero, quien también comentó que el establecimiento se enteró de lo ocurrido "ayer, lunes, por la prensa".

El dueño del local de hostelería ha comentado además que "tanto la madre como la hija han venido a disculparse por todo el revuelo". El altercado se produjo entre las nueve y las diez de la noche del pasado jueves, cuando la fiesta por el Día de Muertos que celebraba el colectivo Mexicanos en Galicia estaba llegando a su fin.