La actual campaña del pulpo acaba de cerrar sus primeros cuatro meses de trabajo, un periodo que permite extraer las primeras conclusiones. Un balance teñido de claroscuros. Por un lado hay una evidente recuperación del recurso, que sin llegar aún al nivel de capturas de otros momentos sí que experimentanta una apreciable mejoría. En el otro lado está l descenso en el precio de venta del cefalópodo. El pulpo acabó octubre por primera vez en un año con un importe medio por debajo de los 10 euros, lejos de los casi 16 euros el kilo que se llegaron a pagar en la campaña pasada y en los inicios de la presente. "O sector sabía que aquela situación tiña un principio e un fin. Aínda que a rendabilidade era moi satisfactoria non eran prezos normais", sostiene el patrón mayor de Bueu, José Manuel Rosas. Añade además otro dato clave para entender ese descenso en los precios del cefalópodo: la recuperación de la especie no es exclusiva del caladero gallego, sino también de Marruecos y Mauritania. "Eles son os que realmente nos arrastran a nós, para diante e para atrás", ilustra el patrón bueués.

El primer mes de la actual temporada no empezó bien para la flota de Bueu, al menos en cuanto a capturas. Julio se cerró con un balance de apenas de 35.000 kilos, dos toneladas menos que con respecto al mismo mes de 2017. Un inicio nada alentador, aunque los naseiros constataban que había presencia de cría. La situación ha mejorado paulatinamente desde entonces: casi 20.000 kilos en agosto frente a los escasos 8.000 de 2017; 18.000 kilos en septiembre frente a los pocos más de 4.000 del año anterior; y más de 21.600 en octubre, que suponen más del doble con respecto al mismo mes de 2017. Así, estos primeros cuatro meses de la temporada concluyen con cerca de 95.000 kilos subastados y una facturación que roza el millón de euros. En 2017 entre julio y octubre las capturas no llegaron a los 60.000 kilos y la facturación fue de 539.000 euros.

La evolución en Cangas ha sido similar: si en los cuatro primeros meses de la anterior campaña se capturaron poco más de 14.000 kilos con un valor en lonja de 133.700 euros, en la actual son más de 46.000 kilos y medio millón de euros de facturación.

"Isto non é a primeira vez que pasa, aínda que había certo alarmismo. Sempre houbo anos de escaseza do polbo e seguirá habendo, forma parte dun ciclo", argumenta José Manuel Rosas. No obstante, la recuperación ha venido acompañada de un previsible descenso en los precios. En octubre de 2017 la especie alcanzó una cotización media en lonja de 10,15 euros, un importe que fue subiendo mes a mes hasta llegar a los 12,68 euros el kilo en mayo de 2018, cuando se cerró la anterior campaña. Durante esos meses el cefalópodo llegó a precios máximos que no se recordaban, alcanzando los 16 euros. Una vez comenzada la actual temporada, entre julio y agosto, siguió marcando cotizaciones máximas entre los 14,70 y 16 euros, que mantenían su precio medio por encima de los 10 euros el kilo.

En septiembre esos picos comenzaron a descender y en octubre esa tendencia parece consolidada. En el caso de la lonja de Bueu, el pulpo considerado pequeño (entre 1 y 2 kilos) se cotizó alrededor de los 6 euros frente al precio de 9 y 10 euros de meses previos, mientras que el grande bajó de más de 14 euros a unos 11 euros. Esto ha colocado el precio medio en algo más de 8 euros el kilo: 8,23 en el caso de Bueu y 8,65 en Cangas.

Este progresivo descenso en el nivel de precios no está relacionado únicamente con la recuperación de la especie, al menos a nivel gallego. "A flota de baixura de Galicia non é suficiente para abastecer nin sequera o noso propio mercado galego", puntualiza José Manuel Rosas. El patrón mayor de Bueu señala a la producción que llega desde Mauritania y Marruecos como la principal causa de la bajada de las cotizaciones. "Despois dun par de anos malos a especie tamén se recuperou nesas zonas e agora mesmo hai moita máis oferta", argumenta. Esto no impide que exista cierto malestar entre el sector de la nasa, que se queja de que el bajón en los precios no se está trasladando al mismo ritmo al precio final que paga el consumidor.

Desde Bueu creen que llegado a este punto el precio del cefalópodo debería estabilizarse entre los 8 y los 10 euros. Entre octubre y noviembre comienza además la mejor época para esta especie, que es cuando alcanza sus mejores tamaños. La llegada de los temporales y del mal tiempo también obligará a la flota a amarrar bastantes días, lo que debería tener un reflejo tanto en los precios como en la conservación del recurso.