Los tres polígonos mejilloneros de Bueu vuelven a estar cerrados a un mes de que se inicie la campaña navideña. El Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño (Intecmar) decretó a última hora del lunes un cierre cautelar para la única de las tres zonas que todavía permanecía abierta, la Bueu B, en Beluso. Ayer confirmó esa situación, con lo que todos los viveros flotantes situados en aguas de Bueu están cerrados.

El primer cierre se decretó el 15 de octubre, aunque a lo largo de esa misma semana el Intecmar permitió volver a trabajar en el Bueu A2 y en el Bueu B. El primero de ellos cerró nuevamente hace una semana y el de Beluso recibió la orden de cierre el lunes. Esta situación afecta a prácticamente a toda la ría de Pontevedra puesto que en Combarro también están cerrados dos de sus tres polígonos. Solo sigue activo el Portonovo A. De momento la excepción es la ría de Aldán, cuyas dos zonas de trabajo siguen operativas. Tuvieron que cerrar el día 15, pero al día siguiente la prohibición se levantó.

La presencia de toxina por ahora solo afecta a la ría de Pontevedra ya que en el resto de rías no se han decretado cierres. En la de Vigo todos los polígonos están abiertos y lo mismo ocurre en la zona de Arousa, donde de momento no hay ningún cierre.

Este ha sido hasta ahora un año un tanto atípico para el sector de Bueu y de la ría de Pontevedra. La toxina ha permitido trabajar a los mejilloneros gran parte del verano y llegar abiertos hasta el mes de octubre. Habitualmente entre finales del verano y principios del otoño se produce un afloramiento de toxina, que obliga a cerrar las bateas. Todo indica que en esta ocasión ese episodio se ha retrasado y ahora la incógnita se centra en su duración. El sector espera que sea relativamente breve y que permita a los bateeiros retomar la extracción antes de las fiestas navideñas.