El Concello de Moaña ha aprobado ayer, en junta local de gobierno, la adquisición del material necesario para finalizar en los próximos días el arreglo del sendero de A Fraga, cuyos trabajos se acometieron este mismo año con cargo al Plan Concellos de la Diputación pero que quedaron pendientes del arreglo de dos pasarelas de madera sobre el río de Os Ladróns. Además, se instalarán dos balizas de señalización del sendero que no se pudieron encajar en el proyecto ejecutado en un primer momento.

El concejal de Medio Ambiente, Odilo Barreiro, explica que con esta actuación quedará totalmente reformado el tramo bajo de la conocida ruta de los molinos tradicionales y que llega hasta las cascadas de A Fraga. Concretamente, quedará renovado el tramo que discurre entre la desembocadura de este río en la playa de A Xunqueira y la curva de la carretera provincial Meira-A Fraga, que corta la senda fluvial en dos partes.

Tras siete meses de espera por el permiso de Augas de Galicia, a finales de 2017 la Diputación de Pontevedra aprobó la inversión de casi 25.000 euros para esta mejora. Los trabajos se ejecutaron los primeros meses de 2018. La puesta a punto no incluía la sustitución de los puentes de madera, como sí ocurre con esta ampliación de la obra que se financia con las rebajas conseguidas por la empresa ejecutora de la fase principal.

Desde el gobierno local, Odilo Barreiro defiende que esta actuación pone de relevo "A aposta do Concello pola recuperación paulatina dos sendeiros municipais". Y es que recuerda las actuaciones anteriores en los senderos de Rialdarca y el diseño y señalización de una ruta en Domaio vinculada a la subvención de los espacios Red Natura 2000.

En este caso de Domaio, el Concello ha logrado por primera vez en su historia fondos para su superficie dentro de la Red Natura 2000. Recibió la aprobación de un proyecto que incluye la recuperación y puesta en valor del llamado Camiño do Fontán, en Domaio, paralelo a la carretera general PO-551 y que se encuentra rodeado de árboles autóctonos como alcornoques.

El proyecto de recuperación de este camino incluye, además de la limpieza, despejar el tramo final con un empedrado histórico y que se encuentra prácticamente inaccesible. El vial de tierra tiene un trazado de unos 800 metros.

Además de la limpieza y retirada de maleza del camino se abrirá debidamente la bajada a una cala situada cerca de la playa de A Borna, cuyo acceso tiene mucha pendiente. Se construirá también una valla de madera tratada para facilitar la entrada a dicha cala. En todo el trazado del Camiño do Fontán se instalarán mesas interpretativas que indiquen las especies de flora y fauna propias de este área del litoral de Domaio, similar a las que existen ya en el paseo de O Con, en la parroquia de Tirán. La señalización del vial se mejorará con 14 balizas. El Camiño do Fontán une dos puntos de la propia carretera general.