Apicultores de O Morrazo que están probando un nuevo método para eliminar los nidos de velutina, salvaron el pasado sábado a un vecino de Cela, en Bueu, de sufrir un ataque de velutinas. El vecino se encontraba con una vara y un capacho en su finca para recoger manzanas, sin saber que en un árbol había un gran nido en activo. Los apicultores le pararon.

"Si no le llegamos a advertir que no cogiera la manzanas, el vecino hubiera acabado el sábado en el Hospital de Montecelo por las picaduras de velutina", asegura el apicultor José María Bello, portavoz de la Delegación de la Asociación Galega de Apicultura de O Morrazo (Daga) y una de las personas que más se destaca en la comarca por la lucha contra la avispa asiática. Bello asegura que se encontraba en compañía de un experto practicando en determinados lugares de la comarca un nuevo método de eliminación de nidos, cuando después de estar en Liméns, Nerga y Aldán acudieron a Cela, en Bueu, en donde sabían de dos nidos de velutina.

En el lugar donde estaban los dos nidos, en Sabarigo, José María Bello descubrió uno más, de gran tamaño, en un manzano de una finca con varios frutales. "El nido era grandísimo". Su tamaño le alertó ,pero más cuando vio que se acercaba hasta el árbol un vecino con una vara y un capacho dispuesto a mover el árbol para recoger manzanas.

Lo que hizo Bello fue advertir al hombre: "No coja más manzanas ¡Suelte la vara!" pero el vecino, en un primer momento, no entendió qué le decía y le respondió: "¡Pero si la finca es mía!". Bello invitó al vecino a que mirara la copa del árbol y, según cuenta, cuando vio lo que había sobre su cabeza dio un paso atrás y, presa del susto, incluso cayó al suelo: "Le cambió el semblante", asegura el apicultor que, en varias ocasiones, ha advertido que la recogida de manzanas se haga con precaución.

El propietario de la finca, no pudo más que agradecer a a José María Bello que le advirtiese de la presencia del nido de velutina: "Gracias rapaz, no sabía que había esto". El presidente de la la Asociación Galega de Apicultura de O Morrazo aseguró en una visita posterior al lugar de los hechos que fue la casualidad lo que le hizo estar allí. Ayer volvió hasta allí y con un tirachinas comprobó que el nido de velutina aún tiene actividad.