La Marcha Solidaria "Fina Acuña" contra el cáncer de mama alcanzó ayer su décima edición con un récord de participación, superando las 2.500 personas que, ataviadas con camisetas y lazos rosas, llenaron de color las calles principales de toda la comarca.

A las 9.45 horas medio millar de personas partieron del Concello de Bueu, recorriendo la PO-551 y llegando al centro de Cangas a través de la Avenida de Vigo. Un poco después partió la columna de Moaña, que consiguió congregar a más de 2.000 personas en una participación sin precedentes. Cuando la cabeza de la marcha se encontraba en la Curva da Pandiña, la cola todavía estaba en el casco urbano, en la calle Ramón Cabanillas. Además, en los cruces de Tirán aguardaban grupos de vecinos ataviados con el color rosa que se fueron uniendo al paso de la columna de gente.

Efectivos de las tres policías locales y de los servicios de Protección Civil de los tres municipios mantuvieron la marcha siempre en los márgenes de la carretera para evitar atascos. El único problema de tráfico fue cuando los caminantes desde Moaña tuvieron que cruzar en el paso de peatones del keniata de Cangas, pues la altísima participación detuvo la circulación durante bastantes minutos.

Coordinados a través de teléfonos móviles, ambas columnas de gente llegaron al frente de la Casa da Bola de Cangas sobre las 11.50 horas. Allí les esperaba un grupo de gaiteiros que puso música a la mañana. Aunque durante las marchas no faltaron las gaitas y las panderetas. Varias personas con discapacidad consiguieron completar las rutas en sillas de ruedas.

Desde el balcón de la sede de Adicam la presidenta de este colectivo, Olga Sotelo, se dirigió a los presentes para señalar que se sentían "abrumadas" con la alta participación. "É un subidón de adrenalina para Adicam ver como hai tanta xente demostrando este cariño".

Aprovechó para leer el manifiesto que hizo público este año la Federación Española de Cáncer de Mama (Fecma), a la que pertenece Adicam. Además de insistir en el compromiso de este colectivo con "un sistema de saúde que ofreza una atención integral, personalizada, multidisciplinar e de acceso gratuíto", desde Adicam reconocieron el avance de las últimas décadas en el abordaje del cáncer de mama, "con métodos de diagnóstico máis fiables e terapias menos agresivas e eficaces". Apuntan a que estas mejoras, también en los índices de superviviencia, serían imposibles sin el movimiento asociativo de pacientes. Reclamaron medidas para el "futuro" de las pacientes que superaron esta enfermedad "porque permanecen os efectos adversos, con consecuencias negativas fundamentalmente no ámbito laboral e profesional".

Las reivindicaciones de Adicam se basaron sobre todo en una asistencia psicosocial a las pacientes, profundizar en la atención individualizada de cada persona con esta enfermedad, reducir las listas de espera y una apuesta pública por los cuidados paliativos "a mulleres en estadios avanzados da enfermidade".

Los momentos más emotivos de la mañana llegaron con el aplauso cerrado en recuerdo de Fina Acuña, fundadora de Adicam y fallecida en 2017, y con el apoyo mostrado al alcalde cangués, Xosé Manuel Pazos, para que supere su enfermedad.

Según las cifras de la Sociedad Española de Oncología Médica, el cáncer de mama es el cuarto más frecuente en España, solo superado por los de colón, próstata y pulmón y es el más frecuente entre las mujeres. A nivel mundial es el quinto tipo de cáncer que causa más muertes.

Las autoridades presentes también tomaron la palabra para acabar la marea rosa. Desde Moaña la alcaldesa en funciones, Marta Freire, mostró su "orgullo porque a veciñanza da comarca se involucre deste xeito". Reivindicó más recursos para la investigación y aseguró que la marcha tuvo éxito "porque agradecemos o traballo diario de Adicam". Teresa López, la edil de Sanidade de Bueu, agradeció la alta participación y Mercedes Giráldez, alcaldesa en funciones de Cangas, apostó por "menos discursos e máis recursos".