Salvo sorpresa insperada no será necesario levantar la carretera PO-551 a su paso por el lugar de Loureiro. La inspección realizada ayer a la canalización que atraviesa el vial indica que se encuentra en buen estado, por lo que no sería necesario proceder a su sustitución. La decisión definitiva se adoptará después de una segunda revisión ya que la tubería tenía abundantes restos en su interior y se necesita una limpieza antes de tomar una decisión definitiva. El diagnóstico es diferente para el tramo de canalización que discurre río arriba, cuyo estado de conservación es peor.

La Axencia Galega de Infraestruturas (AXI) promovió ayer una inspección con una cámara especial por el interior de la tajea que cruza la carretera general para comprobar su estado y detectar la existencia de posibles filtraciones de agua. El dispositivo se encontró con problemas para avanzar por la canalización debido a la presencia de numerosos restos en su interior, lo que impidió completar el recorrido. Aún así, se pudieron inspeccionar los extremos de la tubería y la impresión es alentadora. La estructura se encuentra en buen estado y por tanto no sería necesario proceder a cambiarla.

Para una mayor seguridad se procederá a realizar una limpieza completa de la tajea con una empresa especializada y una vez despejada la canalización la cámara volverá a entrar para una segunda revisión más detallada. Si se confirma la primera impresión la obra salvaría uno de los escollos que más preocupaba a los técnicos. Sustituir esa canalización implicaría levantar un vial que soporta un elevado tráfico y las consiguientes restricciones.

La impresión no es tan alentora en el caso del ovoide, la tubería por la que discurre el río de A Pica por detrás de los edificios y hasta llegar a la PO-551. Los técnicos se encontraron con el mismo problema que en la tajea: el interior estaba lleno de restos y escombros, lo que dificultaba los movimientos de la cámara. No obstante, se aprecia un peor estado de conservación. De hecho se sospecha que el actual hundimiento del terreno se debe a una o varias fugas en este tramo. La AXI remitirá las imágenes y las grabaciones al Concello de Bueu y a Augas de Galicia, que son las administraciones responsables de este tramo, para que las valoren y decidan cómo actuar.

La intervención en este punto queda fuera del alcance del actual proyecto que ejecuta la AXI, que cuenta con un presupuesto de cerca de 50.000 euros y un mes de plazo de ejecución.