El año pasado fue la borrasca Ana la que obligó a celebrar en el Auditorio el espectáculo "A Defensa da Vila" aunque luego salió por las calles de Cangas el día 30 de diciembre. Esta vez el huracán Leslie amenazaba un déjà vu pero los ajos de los brujos y brujas de ahora permitieron que la recreación del desembarco turco regresara a las calles. Fue sorprendente la gran cantidad de personas que se atrincheraron en el muelle, incluso a riesgo de su vida (no había vallas que protegieran una caída la mar). Los fotógrafos anónimos y los más curiosos casi asaltan las naves en las que llegaron los piratas. Tuvieron que guardarse los berberiscos de aquellos que querían primeros planos de la escena. En el Eirado do Costal uno de los guerreros voluntarios tuvo que pedir al público que dejara un pasillo. Fue espectacular ver como al no encontrar sitio en el Eirado do Sinal la gente se trasladó a la carrera a la Praza da Constitución, donde estaba prevista la otra escena de la obra. Nada más acabar allí, el público corría que se las pelaba para encontrar buen acomodo en el Eirado do Sinal, donde María Soliño se habría de encontrar con el fantasma de su marido, Pedro Barba, que le repetía desde una ventana que él había estado siempre ahí, en el mar, entre la arena, algo que se negaba a creer María Soliño. El actor Lois Soaxe fue el encargado de interpretar a Pedro Barba y también al diablo. En el Parque de A Palma, donde se levantó una estatua a María Soliño, la condenada por bruja por la Inquisición, recita su último poema acompañada de otras brujas y se cumple sentencia.

El espectáculo "A Defensa da Vila María Soliña, está basado en los textos del alcalde de Cangas, Xosé Manuel Pazos y los poemas de Celso Emilio Ferreiro. Participaron en la representación las asociaciones A Cepa, Adicam, Ameaça de Bombo, Escola de Teatro de Cangas, Sueste, Asociación de Mariñeiros de Bouzas, Escola de Música de Cangas, Peis D´hox, Lembranzas de A Ría, y Club Falcata de Esgrima Histórica.

El reparto lo completaron, además de Iria de Pazos Bugarín y Lois Soaxe, Aitor Rei en el papel de Inquisidor; Fran Paredes en el de ciego y Sara Malvido, en el de Lazariño. La dirección corresponde a Casilda Alfaro, Sonia Rúa y Salvador del Río.

Desde luego que desde el punto de vista de público, la representación de la invasión turca y del proceso años después a María Soliño fue todo un éxito.