| La carpa instalada en Santa María de Sacos para resguardar del viento a los incondicionales de la degustación de caracol se quedó ayer en pequeña para acoger a las decenas de personas que se acercaron a degustar las diferentes especialidades. En empanada, en escabeche, en salsa de vieira o cocido, el caracol ha logrado en esta novena edición consolidar un evento gastronómico que pone en valor un plato gastronómico atractivo.