La presencia de los caballos de monte en las carreteras de Moaña, sobre todo en la Autovía do Morrazo y en la PO-313 que conduce a Marín, es constante e incluso, desde hace varios meses, se ha intensificado. La Policía Local de Moaña recibe avisos casi diarios de presencia de caballos sueltos por parte de conductores en ambas carreteras y tiene que acudir a retirar los equinos con el problema de que no pueden identificar a sus dueños ya que no hay forma de hacerlo, son caballos sin dueño registrado ni ningún tipo de identificación, por lo que se ve impotente para poner fin a esta problemática.

La última ocasión que tuvieron que acudir a retirar caballos fue en la tarde y noche del vienes con un ejemplar que había entrado en la rotonda del enlace de Meira, donde acaba la autovía y toda la circulación entronca con la parte del corredor que sigue en obras; y otros en la PO-313. El día anterior, un conductor también alertó de cuatro ejemplares sueltos en la PO-313.Lo que hacen los agentes, como realizaron en el enlace de Meira, es reconducir al animal al monte, porque tampoco se dejan coger.

Para impedir el acceso de los caballos de monte en la autovía, a la que entraban, principalmente, por la rotonda de Meira, se había solicitado desde el Concello la colocación de un paso canadiense en la pista que baja del monte, antes de llegar al enlace. El paso canadiense es como una parrilla de rejas metáloicas que impide el paso de los animales pero no el de vehículos. Lo ue ocurre en el caso del colocado en el enlace de meira es ue los animales logran evitarlo travesando por los lados e monte, que están sin vallar, para llegar a la rotonda en donde hay una pasto en el que se alimentan.

La solución en este caso vendrá dada por la colocación de vallas junto al paso canadiense que impidan a los animales poder sortearlo. Más difícil será en la PO-313, ya que se trata de una vía que no es cerrada y que atraviesa grandes superficies de monte en donde se crían estos equinos en libertad.

La Xunta también debe de llevar a cabo un control de las manadas de caballos en esta zona para confirmar la identidad de los dueños de los ejemplares y que el Concello pueda disponer de la información precisa para casos de cuando aparecensueltos y con peligro para la circulación.

Uno de los conductores que el viernes vio los caballos asegura que las administraciones tienenue tomar cartas en el asunto antes de que ocurra una gran desgracia.