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Vecinos del Camiño da Lagoa acuden con "guardaespaldas" a sus fincas por miedo a otro

Dicen que les impide el paso por el acceso, no deja limpiar y piden que el Concello actúe

Vecinos afectados por el Camiño da Lagoa. // G.N.

Desde el año 1999, vecinos del Camiño da Lagoa, antes denominado segunda travesía del campo de fútbol, en la zona de Verín, en Cangas, viven envueltos en una polémica, después de un reparto de una herencia entre los seis hijos de una mujer, por la negativa de uno de los herederos a reconocer este camino como público, en una situación que aseguran que, a día de hoy, se ha vuelto peligrosa y piden que el Concello actúe.

Dicen que para poder llegar a sus fincas, en donde cultivan productos necesarios para el autoconsumo ya que en muchos hogares solo tienen una pensión como ingreso, tienen que hacerlo con "guardaespaldas, acompañados por otro familiar o de otra persona" porque dicen que el vecino se enfrenta a ellos y después presenta una denuncia por lesiones. Aseguran que el camino, pese a ser público y estar reconocido en la ficha catastral del Concello como bien municipal, se encuentra intransitable por la maleza ya que el Concello no acude a limpiarlo ni tampoco deja que ellos lo limpien porque serían multados, cuando es el único paso posible para ir a sus fincas. Ya el año pasado, el Concello intentó la limpieza y se encontró con la protesta del vecino que atrancó el paso con su vehículo y se generó un altercado. Desde entonces, los afectados aseguran que el Concello no ha vuelto a intentar limpiar este acceso de carro.

Una representación de vecinos acudió hace dos semanas a plantear el problema al Concello y ayer mismo una de la vecinas presentó un escrito solicitando un informe de la Policía Local de si el Camiño da Lagoa se encuentra en perfecto estado para su uso público o, si por el contrario, está en condiciones que supongan un peligro para los usuarios.

Lo cierto que, con razón para un lado o para el otro, este barrio vive en una tensión desde hace casi veinte años, cuando se repartió dicha herencia. En 2010, el vecino en cuestión ya fue condenado en el penal de Pontevedra por rociar con sulfato a otro vecino que accedía su finca en un tractor y rebasó el lugar donde el acusado se encontraba. El hombre, que ya padecía una enfermedad pulmonar, sufrió lesiones consistentes en una infección respiratoria aguda que le produjo una agravación de su enfermedad precisando ingreso hospitalario y tratamiento consecutivo. Tardó 71 días en curarse, de los cuales 8 fueron de hospitalización, según consta en la sentencia.

En 2004, el Juzgado de Instrucción número 1 de Cangas daba la razón a los vecinos que presentaron una demanda para reclamar el acceso a sus fincas por este camino de dos metros de ancho en donde el vecino había colocado un carro para impedir el paso. El fallo obligaba a reintegrar a los demandantes la posesión del camino y retirar los obstáculos.

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