La tercera edición de la marcha por el síndrome de Angelman que organiza la peña ciclista Bike ou Non Vai de Cangsa reunió a unos 800 participantes, entre los que completaron los 36 kilómetros en bici de montaña (BTT) y aquellos que optaron por la camina de 12 kilómetros, que incluyó una parada en el entorno de Punta Balea para asistir a las explicaciones del grupo de anillamiento Anduriña dentro del Día Mundial de las Aves.

La jornada comenzó pasadas las nueve de la mañana, con la recogida de dorsales e indicaciones sobre el recorrido a los ciclistas. El pelotón se puso en marcha a las 9.30 horas para hacer frente a un recorrido exigente, de dificultad técnica entre media y alta. El itinerario incluía el paso por Massó, San Roque, Varalonga, Vilariño, Arneles, Cabo Home, retorno en dirección hacia la parte alta de Vilariño para luego enfilar Cruz de Castro y desde allí hacia Liméns,desde donde se tomó rumbo a Cangas a través de la senda costera. La prueba tenía un cupo máximo de 400 inscripciones y se rozó el "completo". Finalmente fueron alrededor de 370 los aficionados a la bici que participaron en esta marcha solidaria. La incripción tenía un coste de 10 euros, que se destinarán a proyectos de investigación para encontrar una cura para esta enfermedad genética.

La otra opción para tomar parte en esta tercera marcha solidaria era una caminata de 12 kilómetros, con punto de partida en la Alameda Vela y paso por San Roque, Monte Campana, Varalonga, el "bosque encantado" de Aldán y el retorno a través de la senda costera, al igual que los ciclistas. Durante el recorrido hubo algunas sorpresas, como una actuación musical en Aldán y un aquelarre con queimada y disfraces a la altura del túnel entre Santa Marta y Areamilla.

La organización tenía también una hucha para donativos, habilitó un "dorsal 0" para quien quisiese hacer aportaciones sin participar y se celebró un mercadillo solidario en el que se estimaba que las ventas superaron los 1.000 euros.