Los vecinos del centro urbano de Cangas amanecieron ayer con el intenso zumbido producido por la presión del gas que salía por una tubería dañada en la calle Méndez Núñez y las sirenas del operativo de emergencias que movilizó a la Policía Local, Protección Civil, Bombeiros do Morrazo y técnicos que intentaban resolver el problema. Su origen estaba en la rotura de la canalización del gas producida por una excavadora de la empresa Construcciones Vale que trabaja en las obras de humanización de ese tramo y cuyo operario se vio sorprendido por la escasa profundidad a la que se encuentra. Pasaban unos minutos de las nueve de la mañana y la Policía Local prefirió evacuar la zona, por precaución, vallando todo el entorno y dejando sin actividad los comercios hasta el mediodía, cuando Gas Galicia reparó la avería -cerrando la tubería general que también suministra a Moaña- y la normalidad se fue recuperando poco a poco.

"Sabiamos que por aquí pasa o gas, pero non con exactitude nin que a tubería estaba tan a flote", señaló la concejala de Obras e Servizos, Mercedes Giráldez, poco después de producirse el incidente. La arquitecta del Pepri, Isabel Medraño, también incidió en la falta de concreción sobre el sistema de gas y su señalización, así como en la necesidad de contar con planos detallados para minorar riesgos. Los técnicos realizaron continuamente mediciones de los niveles de gas en la zona, que nunca alcanzaron niveles de peligro, según coinciden en señalar las partes implicadas.

La alerta se produjo en torno a las nueve y diez de la mañana y desde el Concello se avisó a Gas Galicia, cuyos técnicos tardaron alrededor de una hora y media en llegar porque estaban atendiendo otra incidencia en Pontevedra. Bombeiros y Protección Civil intentaron bloquear la tubería dañada, pero la fuerte presión que ejercía el gas lo impedía. La empresa suministradora optó por cerrar la llave general de paso en la Avenida de A Coruña, dejando a Cangas y Moaña sin gas, y solventó el problema en torno al mediodía.

Durante tres horas estuvieron precintados los accesos a Méndez Núñez desde Castelao, Eugenio Sequeiros, Oriente, Travesía de San Francisco y Antonio Nores. Tampoco se permitió el acceso a las viviendas ni negocios hasta que la avería se reparó y desaparecieron los riesgos, controlados con nuevas mediciones incluso en el interior de locales próximos. "O máis importante é que non se produciron danos persoais", celebró la edil de Obras, que supervisó el operativo.