El empresario moañés Javier Álvarez vio la pasada madrugada del jueves cómo las llamas devoraban en pocas horas lo que tantos años de trabajo le costó levantar, además de afectar gravemente a su vivienda cuya estructura, aparentemente, no corre peligro de derrumbe. "Las instalaciones de la nave eran nuevas. Las empezamos a construir en 2016, después de lograr todos los permisos. Estaba todo certificado y solo llevamos trabajando en A Paradela poco más de un mes y medio. No sé lo que ha podido ocurrir", se lamentaba aturdido por las pérdidas.

Con las llamas extinguidas, narra la horrible noche que han pasado él y su familia. "Saltaron las alarmas por el humo. Cuando entramos a la nave no había llama. Solo humo. En esta nave no hay botes de pintura ni líquidos inflamables. Solo de salvamento. No sé si fue por un cortocircuito o por qué. Las instalaciones están todas homologadas", indica.

Lamenta que los efectivos no llegasen antes "porque en estas situaciones cinco minutos parecen eternos", indica.

"Saqué los coches del garaje y traté de entrar por el portal trasero de la nave, pero estaba cerrado con llave. Cuando empezó a verse llama en la parte traslúcida de la nave apalanqué el portal con un hierro y mi mujer me ayudó a echar agua. Empezamos nosotros, relata.

En menos de 45 minutos ya estaba ardiendo también la casa. Las oficinas de la planta baja son las más afectadas.

El traslado de la nave a A Paradela se realizó "tras siete años trabajando en Bueu. Así estábamos cerca de casa y nos evitamos el alto alquiler. Nos fuimos para Castiñeiras en su día porque aún no teníamos los permisos para instalarnos aquí, que fuimos consiguiendo con los años", resalta. "Ahora nos tocará empezar de cero otra vez", decía sin apenas contener las lágrimas a los conocidos que se acercaban a la zona de los hechos a darle ánimos a toda la familia. Toda la familia afectada pasó esta noche lejos de su vivienda, que estaba acordonada.

Sobre la intervención contraincendios, el concejal de Seguridade Cidadá, Ezequiel Fernández, explica que "puido ser mellor se houbese máis efectivos e en menos tempo, que sería o desexable". Asegura que fue a raíz del refuerzo llegado desde el destacamento de bomberos de Vigo, con dos camiones, cuando las llamas comenzaron a estar controladas.