El ansiado proyecto de ver los cascos urbanos de Moaña y Cangas unidos por una senda peatonal y de bici en torno a la recuperación del conocido como Camiño Real de Tirán y que funcione como alternativa a la carretera PO-551, podrá ver pronto la luz. Son las cenizas de aquel proyecto Morrazo Metropolitano que había quedado rechazado en la convocatoria de 2017 de ayudas europeas para las Estrategias de desarrollo urbano sostenible (Edusi), pero que ahora se recupera y que la Diputación ayuda a financiar. Esta misma semana, la presidenta provincial anunciaba casi un millón de euros para ponerlo en marcha al amparo del Plan bianual DepoRemse, de Remodelación e Mellora da Seguridade dos Viarios Municipais, dentro de un lote de 31 proyectos selecionados en toda la provincia.

El documento actual, elaborado por el mismo equipo redactor Rurban, que diseñó Morrazo Metropolitano, pero bajo la dirección de Diego Germade, es menos ambicioso que el Edusi, pero mantiene la recuperación del Camiño Real, como eje vertebrador en torno al cual se extiende una red de caminos "amables y seguros" de 2 kilómetros en Cangas, en el entorno de A Rúa y Rodeira; y 2,5 en Moaña, siguiendo el trazado histórico de este Camiño por la costa, que quedó dividido en tres fragmentos a principios del siglo XX cuando se construyó la comarcal 550 (actual PO-551). El Camiño real tendrá 2.900 metros, de los cuales 1.994 están en el término municipal de Moaña y 754, en el de Cangas. El proyecto recoge el sentimiento que desde hace años mueve a colectivos vecinales de esta comarca de buscar una alternativa má segura y amable a la PO-551, caminando y moviéndose en bicicleta principalmente, entre ambos municipios.

Aunque presentado de forma individual por ambos Concellos a las subvenciones de la Diputación, el proyecto tiene el mismo nombre de "Implantación do Eixo de Mobilidade Amable e Segura de Interconexión dos centros urbanos de Moaña y Cangas" y su objetivo es, además de convertir el Camiño Real en una gran rúa intermunicipal, reforzar la iluminación de toda la red de caminos que abarca el proyecto, cuya velocidad quedará reducida a 20 km/hora; mejorar el firme, gestionar nuevos sentidos de circulación del tráfico, limitar el acceso a zonas puntuales, regular el estacionamiento, mejorar la accesibilidad y garantizar el acceso de vehículos de emergencia, así como fomentar los espacios de encuentro y potenciar la apertura de negocios: "O Camiño Real, como infraestructura de conexión, potenciará a afluencia de viandantes e polo tanto de potenciais clientes para esta actividaes. Habilitando espazo público amable e seguro estase dinamizando a apertura de negocios", señala el arquitecto autor.

Las prioridades de uso, en las que ahora los vehículos ocupan el primer lugar, tornarán para jerarquizar primero el uso peatonal, de bici y, en tercer lugar, el de los vehículos. Los viales serán señalizados y coloreados en azul, verde o blanco, para marcar las zonas peatonales o de circulación de coches.

Esa es al menos la filosofía del proyecto, que recoge de forma idéntica, tanto el presentadodesde el Concello de Cangas como desde el de Moaña. Pero en el conjunto de cientos de páginas quedan interrogantes por contestar, en cuanto a matizar o concretar cuestiones relativas a la eliminación concreta de plazas de aparcamiento, cómo se va a regular la limitación horaria del estacionamiento que plantean a 12 o 18 horas y cómo se va a controlar el acceso a algunos de los viales que incluye el proyecto y en donde consta que solo es para residentes.De igual forma, concretar más el cambio de la la pasarela actual sobre la VG-4.5, que aseguran que se denominan cada vez más como "anti peatonales" y que proponen trasladar al espacio desde la puerta del colegio de A Rúa a las inmedicaicones del cruce con la EP 1003.

El coste de los proyectos son altos como para que haya dudas que después generen la oposición vecinal. En el caso de Cangas, el importe del proyecto asciende a 600.000 euros, de los que 480.000 los aportará la Diputación a través del Plan DepoRemse, y los restantes 120.000, el Concello. En cuanto a Moaña, el documento figura con un importe de 575.000, de los que recibe 488.750 del organismo provincial y 86.250 los aporta el Concello.

La intención de los concellos es, ahora conocida la financiación de la Diputación, poder licitar cuanto antes las obras.

El diseño del camino en Moaña, tal y como figura en el estudio, se subdivide en 6 tramos, que atraviesa zonas urbanas y rurales, sin necesiad de ocupación de terrenos particulares: O Con-Maruxía, A Masandía, O Igrexario, O Foxón, Vilela y Rodeira de Tirán, en donde conecta con el tramo del Camiño Real en el término municipal de Cangas que llega hasta la Garita, en Rodeira. En Moaña también se incluye un séptimo tramo, pero fuera del ámbito de actuación, en lo que es el dominio de Portos de Galicia en O Con, que figura se transición entre el paseo marítimo existente y el Camiño Real. Porque el objeto de esta senda es unir las estaciones marítimas de Moaña y de Cangas conectando los paseos existentes con lo que se va a hacer.

En el caso de Cangas, el proyecto abarca siete tramos, en la zona de Rodeira y en el entorno del colegio de A Rúa. Figuran los tramos denominados Rodeira, de 550 metros; Santo Domingo, A Garita, con 180 metros, camino seguro colegio A Rúa y A Fontaíña. Sin embargo en este último tramo consta que será secundario para la movilidad peatonal, aunque permiitrá implantar una serie de sentidos únicos y zonas de estacionamiento fuera del centro histórico de A Pedreira. No es un vial diseñado como plataforma única de convivencia y la bicicleta en el mismo deberá d e seguir las indicaciones de las normas de circulación de bicis. El espacio del peón no tiene un diseño específico en este vial, aunque se ordenarán estacionamientos, perosin límite de tiempo.

Todas las vías por donde discurre el proyecto son municipales, salvo en las intersecciones con la PO-551, como en Tirán, en donde la Consellería de Infraestructuras tiene en trámite de aprobación definitiva un proyecto de Eliminación de Tramo de Concentración de Accidentes (TCA) y con ella han estado trabajando los técnicos del proyecto y los concellos para coordinar la intervenciones. Por el momento, no se sabido nada más de la sitruación de este TCA que recogió decenas de alegaciones de los vecinos.