Entre los integrantes de la formación de baile de la edición de la danza tradicional de Darbo celebrada ayer había dos debuts, los de los varones Gavin Mattheus y Juan Luis Pérez Martínez. El primero, natural de una localidad cercana a la ciudad inglesa de Cambridge, es el primer extranjero que participa en una danza recuperada cuya tradición se remota al menos al siglo XVI. "Decidí participar porque tengo mucho interés en la cultura, la música y el baile de Galicia y este es uno de los bailes tradicionales más importantes", explicaba antes de que comenzase la colorida ceremonia anual.

Casado con una viguesa, "desde hace una década vivimos en Darbo, con nuestra hija de 7 años. En 2017 ya traté de participar en la danza, pero no podía estar aquí el día de la fiesta. Este año salió todo bien", apuntaba.

No llegó a la danza en honor a Santa María como un novato en los pasos tradicionales de Galicia, pues desde hace varios años toma clases de baile gallego "pero nunca participé en una danza de este tipo. Lo más parecido fue en Pontevedra, pero era un baile desfilando".

Antes de saltar al ruedo y bailar para miles de personas, Gavin Matthews, explicó que ensayó unos "ocho días, y sobre una hora cada día. Al principio se me hizo difícil coger el paso", reconoce. Antes de comenzar la coreografía confesaba estar "nervioso" ante la expectativa generada siempre por un ritual que volvió a congregar a miles de personas en el entorno de la iglesia parroquial de Darbo.

Más especial, si cabe, fue la coreografía de ayer para Belén Guimeráns. Con 31 años de danza a sus espaldas, formó parte de los integrantes del Grupo Lembranzas que recuperaron esta perdida danza gracias a un intenso trabajo de investigación etnográfica. "Son moitos anos xa os que levo bailando. Toca deixarlle oco á xuventude. Deixarei de bailar e tamén a directiva da Asociación da Danza, que se renovará", explica. Asegura que hay relevo suficiente para mantener con vida esta tradición "sobre todo entre as mulleres para facer de dama. Entre os homes o relevo é máis complicado", desvela.

Señala que cuando recuperaron la danza no se esperaba que tuviese la repercusión que alcanzó en estos momentos. "As tres danzas -de Aldán, O Hío e Darbo- adquiriron moita sona sobre todo dende que foron declaradas de Interese Turístico Galego", defiende.

Belén Guimeráns explica que han ensayado con intensidad entre un mes y 15 días. "Todo depende de se hai moita xente nova. Este ano, os dous debutantes colleron os pasos moi rápido".

A escasos segundos del comienzo de la procesión, la veterana "dama" explicaba que todavía sentía nervios antes de salir a bailar "Eu son así e estes nervos son algo que nunca se perde". Confesó, con orgullo, que su hija Elena Bermúdez Guimeráns danzará junto a ella por segundo año. "Sempre é mellor irse así, deixando un relevo da familia".

Eso sí, más de tres décadas tiran mucho y Belén Guimeráns no descarta "nun futuro, se me apetece moito, volver danzar algún ano". Seguro que pronto lo echará de menos.

Último día

La Romaría de Darbo llega hoy a su último día, completando la cuarta velada de fiesta. A las 12.00 horas habrá un pasacalles a cargo de la Banda de Música Cultural de Salceda de Caselas. Le seguirá una misa solemne cantada por la coral Queixumes do Hío y seguida por una procesión.

El programa religioso dejará paso a las 17.00 horas a juegos para los niños. La banda de Salceda protagonizará un concierto en el atrio a las 20.00 horas y la última verbena correrá a cargo de Suavecito y Trébol de Ferrol.

Un detenido

La madrugada del sábado el único incidente registrado en las masivas fiestas de Darbo acabó con un joven detenido por la Policía Local. No dejaba recoger la basura cuando ya había amanecido. Al llegar los agentes se negó a identificarse por lo que se procedió a su detención.