Nacido en Pontevedra aunque vinculado sentimentalmente con Bueu tanto por su relación con la familia Molezún como por sus numerosas visitas a la Illa de Ons y a la Ría de Pontevedra, Alejandro de la Sota recalará en la villa morracense doce años después de su muerte. O al menos lo hará su espíritu y su genio arquitectónico, condensado en ocho prismas que reflejan tanto su producción como su ideario, y gracias a su hijo Juan de la Sota, que insistió en que esta muestra recalase en el municipio buenense tras haber pasado por las siete ciudades gallegas.

La exposición está organizada por el Colegio Oficial de Arquitectos de Galicia en colaboración con la Real Academia Galega de Belas Artes y se enmarca dentro de los actos de homenaje al arquitecto fallecido en 1996 que se celebran a lo largo de este año. La Praza Massó es el lugar elegido para situar los prismas informativos, que pueden verse desde ayer, si bien la inauguración oficial está prevista para hoy a las 12.30 horas. "Para o Concello de Bueu é unha grande oportunidade de cara a dar a coñecer á cidadanía esta importante figura da arquitectura española", afirma el edil de Urbanismo de Bueu, Martín Villanueva.

En ocho pasos se desgrana la figura de De la Sota, especialmente en lo que se refiere a la variedad de su producción. Bajo el epígrafe "Espazos para habitar" se aborda en los dos primeros de ellos sus trabajos en viviendas como el Poblado Esquivel de Alcalá del Río, la ya derribada Casa Guzmán de Algete (Madrid) o la Casa Domínguez (Poio). En "Espazos para a industria" se plasman los proyectos de la central lechera Clesa, en Madrid, y del Taller Aeronáutico de Barajas. El pabellón municipal de Pontevedra y el gimnasio Maravillas son las dos creaciones escogidas para ilustrar "Espazos para o deporte", apuntándose en el primero de ellos que la rehabilitación de la infraestructura deportiva "desvirtuou o sentimento arquitectónico primitivo".

De la Sota, cuyo pensamiento enlazó con lo más avanzado del Movimiento Moderno a nivel europeo, apostó por una arquitectura simple, sin excesos, como se puede comprobar en obras como la del Gobierno Civil de Tarragona, incluido junto al edificio de Correos y Telecomunicaciones de León dentro del apartado "Espazos civís". La docencia, que De la Sota ejerció entre 1956 y 1972, tiene también acogida en la muestra a través de dos proyectos como el Colegio Mayor César Carlos de Madrid y el aulario de la Universidad de Sevilla. También se recoge un prisma para sus creaciones en cuanto a mobiliario, y, sobre todo, un ideario en el que dejó pensamientos como el de que "no es necesaria la supervivencia de la obra en sí, basta con que exista en la idea que alentó su creación".