Los bateeiros con su puerto base en A Mosqueira y Domaio, ambos en el municipio de Moaña, se encuentran a menos de un mes de iniciar la campaña de exportación de mejillón al extranjero, principalmente a Italia. Comenzará a finales de septiembre el periodo de máxima actividad y ventas del sector que se prolongará hasta la campaña navideña. Además, desde finales del mes de julio todos los polígonos de bateas de Galicia están abiertos y los ubicados en la ría de Vigo no son una excepción, con las últimas aperturas por el descenso de los niveles de toxina el pasado 3 de agosto en los sectores ubicados en la ensenada de San Simón.

Los productores de mejillón esperan que esta situación se mantenga y los biólogos del Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño de Galicia (Intecmar) no detecten un incremento de la toxina y mantengan la apertura total actual cuando comiencen las exportaciones. Eso sí, no todo son buenas noticias. Y es que, excepto aquel bivalvo que venden para distintas fábricas, el trabajo central en estas semanas de los bateeiros moañeses consiste en retirar de las cuerdas el mejillón apto ya para su venta y meterlo en sacos que se cuelgan de las propias bateas hasta que comience la exportación. La razón de esto es el riesgo de desprendimiento y pérdida de grandes cantidades de producto.

Lo bateeiros atribuyen la elevada tasa de desprendimientos actuales a la alta temperatura del agua durante grandes periodos de este verano y, sobre todo, al poco oleaje registrado durante la época de desdoble y cría del producto, que hizo que los ejemplares no se agarrasen a las cuerdas con suficiente fuerza como para resistir en cuanto el mejillón adquiere peso.

En cuanto al tamaño y la calidad del producto de las bateas de la ría de Vigo, los mejilloneros se muestran satisfechos y esperan que la próxima campaña de exportación sea positiva.

La actividad en los muelles de A Mosqueira y Domaio es alta estos días, pero apenas se ven camiones. En una semanas los camiones de gran tonelaje serán la tónica habitual.

Los polígonos de bateas ubicados frentes a Liméns y Cangas están abiertos desde finales de julio. Los que se encuentran frente a las costas de Moaña, Meira y Domaio tienen la extracción y comercialización autorizada desde el mismo 31 de julio. Unos días más se prolongó el episodio de toxina en la ensenada de San Simón.

Aldán y Bueu

En lo que respecta al sector mejillonero con su base en los muelles de Aldán y Bueu, también pueden trabajar desde comienzos de agosto en cualquiera de sus polígonos sin restricciones por parte del Intecmar. Los dos sectores con viveros de mejillón de Aldán -Cangas A y Cangas B- están operativos desde el cuatro de agosto tras varios meses afectados por la toxina.

En el caso de los polígonos Bueu A1, Bueu A2 y Bueu B, todos ellos en la ría de Pontevedra, la toxina desapareció entre el 18 de julio y el dos de agosto. De momento, ninguno de los análisis más recientes en los viveros de bivalvo de la comarca desvela un posible incremento de la toxina que ponga en riesgo el próximo comienzo del periodo de exportación.

En lo que respecta a las zonas de extracción de moluscos infaunales, la ría de Pontevedra cuenta con todas las zonas operativas desde el 11 de agosto. En la ría de Vigo las mariscadoras pueden trabajar en todas las zonas menos en la I y en la IV.2.