La patrulla del Seprona de la Guardia Civil de Cangas identificó y denunció esta semana a un vecino de Moaña por la tenencia ilegal de un perro considerado potencialmente peligroso. Se encontraba indocumentado.

Los hechos ocurrieron el pasado miércoles cuando este vecino transitaba por la vía pública del centro urbano con un perro de la raza american staffordshire. Se encontraba cerca de varios parques infantiles con una alta afluencia. El perro iba sujeto mediante correa pero sin el bozal reglamentario.

Al proceder a la identificación de su propietario, se pudo comprobar que la tenencia de esta mascota no cumplía con los requisitos legales determinados en la normativa gallega sobre perros potencialmente peligrosos. Y es que no figuraba inscrito en el censo municipal de animales con estas características. El dueño tampoco estaba en posesión de la preceptiva licencia ni tenía suscrita la póliza de responsabilidad civil obligatoria.

Las denuncias del Seprona se remitieron a la administración local con respecto a la licencia y al censo y a la Consellería de Medio Ambiente de la Xunta por carecer del seguro y no llevar bozal.

Esta denuncia se produjo días después de que el joven de la villa O.C.O., de 23 años, tratase de atacar a dos policías locales con un pitbull, obligando a estos a disparar hasta en cuatro ocasiones contra el animal en defensa propia, un caso que tuvo en vilo a los moañeses durante varios días.

Estos hechos ocurrieron la tarde del sábado 18 de agosto, cuando los dos agentes de la policía municipal acudieron ante una alerta de violencia de género al paseo que conecta la playa de A Xunqueira con la antigua isla de Samertolaméu. El joven, que presuntamente había agredido a su pareja, no se encontraba cuando llegaron los policías, pero apareció poco después en compañía de su pitbull al que, según las declaraciones de los agentes, azuzó en varias ocasiones dando órdenes claras de atacar. Los agentes se vieron obligados a disparar. La mascota ya estaba investigada por haber dañado gravemente la cara de otro vecino unos días antes.

El detenido, ingresado en una unidad psiquiátrica, está acusado de violencia de género y atentado contra la autoridad, además de tener abiertos procedimientos por falta de permisos para contar con un perro de los considerados potencialmente peligrosos. Tras este hecho las fuerzas de seguridad en la zona están extremando la vigilancia ante los posibles perros de este tipo de la zona.