La situación del astillero de Purro o de Banda do Río, en Bueu, vuelve a ser campo de batalla de los políticos locales. El portavoz de la gestora del PP, Manuel Freire, asegura que la primera fase de la restauración de esta carpintería de ribeira frente a la playa de Banda do Río, debería de estar terminada a finales de mayo, "pero estamos acabando agosto y sigue en obras, vallada y causando molestias en plena temporada veraniega, cuando Banda do Río es una de las zonas turísticas más demandadas de Bueu".

Desde el PP piden al alcalde, Félix Juncal (BNG), que convoque a las personas y colectivos interesados en el futuro de este lugar para que dé las explicaciones oportunas :"También nos gustaría conocer cómo se va a plantear el contenido del proyecto museístico, quién lo va a realizar y si Patrimonio actualmente apoya todo lo realizado".

El alcalde asegura que en estos momentos, la empresa está con los remates para concluir la primera fase de la restauración y dice que desde el gobierno local creen que a mediados de septiembre podrán contar ya con el certificado final de obra y que esta semana se podrá retirar la valla para recuperar la zona de acera de Montero Ríos.

Añade Juncal que a partir del certificado final de obra arrancará la tramitación para la licitación y contratación de la segunda fase que se ciñe prácticamente a la musealización del astillero.

En cuanto al contenido, además de un sistema de paneles interpretativos e informativos de la carpintería de ribeira, Juncal dice que se exhibirá maquinaria restaurada, incluida la sierra, otras dos retiradas a un almacén para acometer la obra, que se colocarán en esta primera fase; además de otras piezas de las que se disponen y que serán restauradas. El museo incluirá una embarcación de la Asociación os Galos

Freire insiste en que la actuación que se lleva a cabo en este bien, inventariado de interés cultural, "es un despropósito desde el principio. Se convocó un concurso de ideas para su restauración y al estudio de arquitectura que lo realizó no le adjudican el proyecto, que realiza el arquitecto municipal". También dice que el proyecto de ejecución poco respetó las propuestas del ganador "y poco interés mostraron por recuperar la estructura original, cuando el principal objetivo es respetar el pasado". Termina insistiendo en que se realizaron cambios continuos en el proyecto que han llevado a construir un edificio que estéticamente se parece al original, pero pierde el valor etnográfico.

El alcalde defiende la obra y dice que obedece al proyecto autorizado por Patrimonio. Sobre el retraso en el plazo de ejecución, reconoce que por motivos técnicos de seguridad, hubo que acometer modificaciones del proyecto, como la correspondiente a la partida de la madera ya que por motivos técnicos de seguridad hubo que sustituir buena parte de la antigua por otra nueva y también hubo que construir un muro de hormigón debido a la diferencia de cota del terreno.

Con respecto al tejado del astillero, señala que ya está acabado, que la chapa de acero que se ve es el que quedará, no se tejará porque es el elemento de cubrición que aprobó Patrimonio en sustitución de la uralita anterior. Reconoce que podía haberse encargado uralita que ahora se fabrica sin amianto, pero los redactores pensaron mejor en utilizar esta chapa y "obedece por completo al proyecto autorizado".

Alrededor del astillero ya está colocada la cristalera de unos dos metros de altura de protección y que dejará ver a su interior. Juncal insiste en que "el Concello tiene la tranquilidad de que todo lo que se hace tiene conocimiento Patrimonio".