Organizado por la Asociación de Vecinos de y hosteleros de la zona centro de Banda do Río, en colaboración con el Concello y la Diputación, el Entroido de Verán de la localidad reunió la pasada madrugada del domingo a miles de personas. Tal fue la avalancha que la Policía Local tuvo que cortar al tráfico de madrugada las calles Pazos Fontenla y Ramal dos Galos que no reabrieron hasta las 8.00 cuando las pandillas de jóvenes empezaron la retirada.

La Policía también amplió el horario de cierre de la zona de Banda do Río debido a la cantidad de basura acumulada y restos de botellas, mientras el servicio de limpieza no retirase los restos, para evitar pinchazos de ruedas en vehículos o daños a personas.

Al menos 25 personas que disfrutaban de la fiesta se acercaron a la Policía para hacer de forma voluntaria el control de alcoholemia por si podían conducir sus coches. Todas menos una dieron positivo en consumo de alcohol por encima de lo permitido, por lo que tuvieron que esperar para poder ponerse al volante.

Una vez que acabó la fiesta, ya con la luz del sol, el trabajo comenzó para el concejal de Obras y Seguridade Ciudadana, Fidel Castro, y la brigada movilizada para la limpieza de todos los restos del botellón que ocupaban el paseo y la zona de banda do Río. Para las tareas de limpieza el concejal contó con tres de los cuatro operarios habituales del servicio ya que al cuarto se le acabó el contrato y se contó con una empresa contratada para esta fiesta que aportó cinco operarios más. Estuvieron trabajando desde las siete de la mañana y en dos horas, según confirma el concejal, quedó todo limpio. "Se pudieron haber recogido unos 6 metros cúbicos de basura", asegura el edil que se lamenta que en la zona colocaron cuatro contenedores para arrojar los restos de la basura, pero estaban prácticamente vacíos y, sin embargo, el paseo y las calles llenas de botellas, vasos y bolsas de plástico del gran botellón que se formó, como suele ser habitual en este Entroido de Verán.