La Grand Place de Bruselas luce desde ayer una gran alfombra floral de unos 1.800 metros cuadrados de superficie. Un "espectacular" trabajo en el que Bueu también ha puesto su granito de arena. O más bien pétalos, muchos pétalos de flor para completar un diseño de gran belleza y complejidad. La de ayer fue solo la primera parte del trabajo ya que hoy los alfombristas deberán madrugar de nuevo para confeccionar los mantos florales internacionales en el entorno del edificio de la Bolsa de Bruselas.

La "Brussels Flower Carpet" es un evento bianual en el que este año han participado delegaciones México, Italia, Alemania, Japón, Malta y España, además de los alfombristas belgas. El diseño de este año es obra de los alfombristas de Guanajato, en México, y se caracterizaba por su complejidad debido a la inclusión elementos naturales y figuras decorativas de su cultura tradicional, así como un ave típica de los bordados de la cultura otomí. La confección, en la que participaron unas 200 personas, empezó alrededor de las 5 de la mañana y acabó poco antes del mediodía. "Ha sido algo espectacular. Se ha trabajado a un muy buen ritmo, con una gran coordinación y la oportunidad de estar aquí es un verdadero lujo", contaba la presidenta de la asociación de alfombristas de Bueu, Carmen Santos.

Las consecuencias del cambio climático también han afectado al cultivo de flor en Bélgica. El material principal de esta alfombra iba a ser la begonia, pero una ola de calor estropeó el 40% de la producción. Así que fue necesario aprovechar también otras flores, como la dalia.

Por la tarde, todos los alfombristas estaban invitados a una recepción oficial en el edificio del ayuntamiento de Bruselas y en la Casa del Rey, que es el Museo de Bruselas. Desde allí todas las delegaciones pudieron asistir a un espectáculo de fuegos artificiales.

Hoy, a partir de las 7.00 horas, cada delegación internacional realizará su propia alfombra. En el caso de España habrá alfombristas de Bueu, Ponteareas, Ames y Asturias y el dibujo ha sido diseñado por un alfombrista de Bueu. Se trata de una alfombra con edificios declarados como Patrimonio de la Humanidad y que representan a las comunidades que forman parte de la Comisión Gestora Internacional de Arte Efímero.