Las obras del tercer y último subtramo de la Autovía do Morrazo reducirán a finales de este mes su afección al tráfico rodado con el final de las voladuras en el talud de O Meixueiro, que provocan cortes puntuales en la circulación en la zona sobre la que se está trabajando. Sin embargo, a mediados de septiembre está previsto que se ponga en marcha la última de las medidas con repercusión en el tráfico: el corte en la carretera general que conecta Moaña con Marín (PO-313) a la altura de la salida de Broullón y que implicará desviar el tráfico que atraviesa esta carretera general por el propio Corredor.

Los coches que circulen en dirección a Marín deberán entrar en el Corredor, conducir hasta la salida de Meira, y regresar hasta Broullón para reincorporarse a la PO-313. Por su parte, los vehículos que circulen en dirección a Moaña deberán hacer lo propio pero dando la vuelta en la rotonda de la salida hacia Cangas y San Martiño.

Para evitar cargar más de tráfico el Corredor y generar atascos innecesarios, se eludió este corte en pleno verano. La empresa que se encarga de desdoblar el tercer subtramo del Corredor -la UTE Covsa y Taboada y Ramos- estima que este corte se hará efectivo la segunda o tercera semana de septiembre. Está condicionado al avance de la estructura del segundo Viaducto da Fraga, cuya instalación de las pilas avanza a buen ritmo.

Empresa constructora, Xunta y Concello negociaron en primavera la mejor forma de efectuar este corte minimizando las molestias. Se prolongará durante "varias semanas" y desde la constructora señalan que esperan que el impacto sobre los conductores sea el menor posible. La razón de este corte se debe a la necesaria ampliación del paso inferior que existe en este momento a la altura de la salida de Broullón.

Para septiembre está previsto, eso sí, que se restablezca el tráfico con normalidad en la carretera provincial entre Meira y A Fraga (EP-1102), que se puso en marcha a comienzos de junio con un cierre de 200 metros para los trabajos de construcción de las pilas del viaducto. Debido al corte de Meira se habilitaron alternativas en las líneas de transporte público, con lo que en vez de un autobús circular, ahora recorren la misma ruta dos autobuses, uno entre el casco urbano y Meira de Arriba y otro en el sentido opuesto, también desde el centro de Moaña, hasta el barrio de A Fraga.

Por otro lado, aunque a finales de este mes concluyan las voladuras de los taludes con carga explosiva, de momento no hay una fecha exacta para poner fin al servicio del desvío paralelo al Corredor a la altura de O Meixueiro, que lleva meses en funcionamiento y a lo largo de cuyos 700 metros la velocidad de la circulación está limitada a 40 kilómetros por hora.

Tras el final de los desmontes serán necesarias labores con maquinaria que exigirán que este desvío provisional se mantenga operativo algún tiempo más, según explican desde la constructora. En función de la evolución de tareas como la reposición de servicios se fijará cuándo se deja de utilizar este tramo provisional y se vuelve a canalizar todo el tráfico por los carriles centrales del Corredor en obras.

Atascos

Precisamente los fines de semana de más calor de este verano se generan atascos en la zona en obras, pero principalmente antes de los carriles de O Meixueiro limitados a 40 kilómetros por hora.

Una vez traspasado ese tramo las aglomeraciones de coches suelen disiparse.