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Jure Pukl: "Comencé en el jazz porque mi padre me compró, por error, un disco de Charlie Parker"

El esloveno será la estrella esta noche en la última velada del Festival de Jazz de Moaña

Jure Pukl, en primer término, junto a Josh Ginsburg y Greg Hutchinson en un concierto. // Eckhart Derschmidt

El reconocido saxofonista y compositor esloveno Jure Pukl (Slovenj Gradec, 1977) será la estrella esta noche en la segunda y última velada del Festival de Jazz de Moaña. Tras el éxito de las actuaciones anoche, los amantes de este estilo de música podrán disfrutar, a partir de las 22.00 horas de hoy, de una nueva sesión de conciertos. La actuación central será la de Jure Pukl con su banda "Doubtless", integrada por músicos de mucho prestigio en el círculo de jazz como Melissa Aldana, Alex Claffy o Lawrence Leathers.

-¿Por qué comenzó a tocar jazz en Eslovenia?

-Soy músico de formación clásica y estuve estudiando saxofón clásico hasta los 22 años. En mis tiempos de estudiante comencé una banda de funk/soul en la que tocaba el saxofón alto. Cuando mi padre fue a Alemania para un viaje de negocios le dije que me trajera los discos de Maceo Parker, que era la música que estaba escuchando en ese momento. Volvió y me dio el disco de Charlie Parker que compró por error... Lo estaba escuchando y pensé: "¡Dios mío, esto suena terrible!". Después de dos semanas, me enamoré. El resto es historia. Comencé a escuchar más y más jazz, Coltrane, Stan Getz y Parker fueron mis primeros tres discos.

-¿Hay mucha tradición de jazz en su país?

-No hay una fuerte tradición de este estilo en Eslovenia, pero siempre hubo algunos jazzistas y arreglistas. Uno de ellos fue Joze Privsek, pianista y arreglista, que estudió en el Berklee College of Music de Boston, en donde coincidió con Quincy Jones. Al parecer, aprendieron unos de otros y Quincy tenía una carrera mundial, pero Joze era de los balcanes, de la entonces Yugoslavia comunista, por lo que no podía extender sus "alas" y viajar por todo el mundo. Hoy en día hay muchos músicos jóvenes que mantienen el jazz vivo y la escena es muy buena pero pequeña. Además, el Festival de Jazz de Liubliana es el festival más antiguo de Europa (o uno de los más antiguos); el año que viene se celebrará su 60ª edición.

-¿Conoce algo sobre el nivel del jazz en España?

-Conozco a muchos músicos de España. Desde Jordi Rossy a Perico Sambeat, Albert Sanz o Ray Colom. También a Yago Vázquez, Marta Sánchez, Miguel Fernández, Mariano Steimberg, Voro García, Félix Rossy y otros que también son casi todos mis amigos. Así que sé que el nivel en España es muy alto, hay mucha tradición de jazz americano pero también con gran influencia de la música española como el flamenco. También lancé un álbum para el Fresh Sound New Talent y mi actual agente es de Barcelona, por lo que mi conexión con España es fuerte.

-¿Es muy diferente el público de este tipo de música en Europa con respecto al que se encuentra en Estados Unidos?

-Yo diría que el público es diferente en todas partes. Por ejemplo, el público de la ciudad de Nueva York es muy diferente al de Minnesota o Chicago. Por supuesto, también hay diferencias entre la gente de la UE y los EE. UU. Pero creo que hay una conexión con cualquier audiencia en cualquier parte del mundo; cuando sienten la música y cuando son parte de los procesos, la muestran y sienten su energía. Estoy seguro de que es así en Galicia también.

-¿Qué puede contar a los seguidores que acudirán al concierto de Moaña sobre la banda con la que actuará?

-La banda se llama "Doubtless" y consta de dos saxofones tenor, un bajo y una batería. Lo que es una mezcla muy interesante. Esta formación nos permite jugar mucho dentro de nuestras limitaciones. Utilizamos segundas voces e improvisamos juntos pero también por separado. El bajo y la batería tienen mucha libertad, pero ciertas partes están escritas.

Melissa Aldana también es mi esposa y Joe Sanders, nuestro bajista, es uno de mis mejores amigos y también Greg Hutchinson es un buen amigo. Todos los integrantes de la banda tenemos mucha confianza y podemos ir a lugares (musicalmente) donde no hay fronteras o limitaciones. Nos atrevemos a probar cosas que normalmente no haríamos. Presentaremos el último álbum, Doubtless, que está recibiendo excelentes críticas en todo el mundo, incluso de publicaciones especializadas, por lo que estamos muy contentos.

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