La jornada dominical de pesca recreativa de dos vecinos naturales de Cangas, padre e hijo, estuvo ayer a punto de acabar en tragedia. La planeadora en la que regresaban a puerto chocó contra una batea de mejillón situada frente a la playa de Liméns. A consecuencia del violento golpe el hijo, de 55 años, salió despedido de la embarcación y cayó encima del vivero flotante, mientras que el padre quedó parcialmente enrededado entre los anzuelos y los sedales, que le provocaron numerosos cortes. El hombre, de 81 años de edad, llegó a quedar momentáneamente inconsciente y cuando recobró el sentido se hallaba desorientado. Una lancha de recreo que estaba muy cerca los rescató de inmediato y los trasladó a la playa de Liméns, cuya orilla está aproximadamente a unos 1.000 metros del lugar del suceso. Allí recibieron la primera atención sanitaria y luego fueron trasladados en ambulancia a un centro hospitalario de Vigo. Afortunadamente no se teme por la vida de ninguno de los dos heridos.

El suceso ocurrió poco antes de las dos de la tarde, cuando los dos hombres -Ángel G.D.L.F y Ángel M.G.R- regresaban hacia el pantalán de Cangas a bordo de la planeadora "Pardal", un barco de unos cinco metros de eslora y perteneciente a la séptima lista. Por razones que todavía se desconocen, posiblemente debido a un despiste, a la altura de la playa de Liméns impactaron contra una de las bateas del polígono Cangas G. Un barco que estaba en la zona presenció lo ocurrido y acudió a su rescate, además de avisar al 112 y a Salvamento Marítimo. Muy cerca del lugar estaba el buque médico "Esperanza del Mar", que incluso envió a bordo de una zodiac un equipo sanitario para atender a los heridos.

No obstante su intervención no resultó necesaria gracias a la rápida reacción de los dos tripulantes de una lancha que estaba en la zona. Sus dos ocupantes, Roberto Fernández y Nacho Carballal, que también disfrutaban de una jornada de pesca deportiva relataron lo sucedido. "Escuchamos un ruido tremendo y vimos que habían chocado contra una de las bateas. Uno de ellos, el hijo, salió despedido y cayó encima de la batea. El señor mayor se quedó en mitad de la planeadora, que estaba dando vueltas sin control", explican los dos rescatadores.

La maniobra para hacerse con el control de la embarcación no estuvo exenta de riesgo puesto que no cesaba de dar vueltas, "como en las películas", sin gobierno. "Logramos saltar dentro de la lancha sin rompernos nada y apagar el motor. El padre tenía numerosos cortes por culpa de los anzuelos, rapalas... Conseguimos subirlos a bordo de nuestro barco para llevarlos a la playa", continúan explicando ambos, vecinos de Arcade y Vigo respectivamente.

En tierra recibieron la primera asistencia sanitaria por parte de los socorristas de la playa de Liméns y del equipo de coordinación de salvamento municipal, que justo en ese momento llegaba a la zona. Poco después llegaron las ambulancias del 061 con base en Cangas y Moaña, que acudían con médicos; una patrulla de la Guardia Civil de Cangas y la Policía Local, que también recogió a un facultativo en el centro de salud. El pronóstico inicial apuntaba que el hijo sufría una posible fractura de cadera a consecuencia del golpe contra la batea y un principio de hipotermia, por lo que recibió la primera atención urgente. El padre tenía numerosos cortes y después de recuperar la consciencia se encontraba desorientado, aunque por suerte el estado de ambos no revestía peligro para sus vidas. Poco después fueron evacuados en las ambulancias del 061 hacia un centro hospitalario de Vigo.