"El esfuerzo y el cariño por defender los derechos debe partir ya desde los más jóvenes, porque los niños son esponjas", explica Cristóbal Gabarrón. El escultor, pintor y artista internacional ya es todo un conciudadano buenense, pues desde 1998 disfruta de largas temporadas de tranquilidad y creación en estas tierras.

Por este vínculo y relación con la villa, ha elegido Bueu como situación para desarrollar esta ruta de arte y defensa de los derechos humanos. Gabarrón quiso agradecer a la Asociación Veciñal Banda do Río que llevase a cabo "movimientos que interesan a nuestra Fundación". Tanto él como su hijo aseguraron que el arte es la dinamizadora real para las niñas y niños que "a veces expresan mejor sus emociones pintando y no con palabras, desmenuzan la mente y los problemas que puedan tener", aseguran.

El trabajo comprometido de Gabarrón con las Naciones Unidas ha sido una constante en su vida desde 1986, cuando diseñó el sello conmemorativo del Año Internacional de la Paz. Su Fundación surge en 1992 y desde entonces no han cesado en fomentar ese interés de los más jóvenes por lo humano a través del arte. "Si ellos logran entender sus derechos, nuestro mundo y futuro serán mejores", expone el artista murciano.