"Esto es como la historia interminable", comenta una vecina de la calle Ensinanza tras conocer los infructuosos intentos de la Policía Local para desalojar "por las buenas" a una pareja que entró hace unos días en la planta baja de la Casa dos Pobres, al parecer tras forzar una ventana, y que tiene previsto continuar allí hasta que encuentre una alternativa de alojamiento. Ante esta situación, el Concello de Cangas ha paralizado las obras que realiza la empresa Sestrama 09 en el inmueble para acondicionar tres viviendas que darán dar cobijo a personas o familias necesitadas. Al mismo tiempo, el alcalde ha dado instrucciones a los servicios jurídicos para iniciar el procedimiento judicial de desalojo, que podría prolongarse varios meses.
La okupación ha trastocado los planes del gobierno tripartito sobre la denominada "Casa dos Pobres", que el concejal del Servizos Sociais, Tomás Hermelo, y otros miembros del ejecutivo prefieren denominar "vivendas de uso temporal" para no herir sensibilidades y porque su cometido es servir de residencia por un período máximo de seis meses a familias con más necesidades que recursos. Tanto Hermelo como la edil de Obras e Servizos, Mercedes Giráldez, anunciaron recientemente que la reforma -adjudicada por unos 43.000 euros aportados por la Diputación a través del Plan Concellos- estaba "moi avanzada " y la previsión era tenerlas disponibles a finales de verano. Sin embargo, esas previsiones pueden quedar aparcadas si, como estiman los técnicos, la tramitación judicial puede llevar "varios meses".
Son los plazos que se barajaron en la reunión que mantuvieron ayer el regidor, Xosé Manuel Pazos, y el edil del área con representantes del bufete Roibás Abogados, que asesora y defiende los intereses del Concello. Pazos asegura que en los últimos días se han hecho varios intentos de convencer al hombre y la mujer que okupan la Casa dos Pobres para que desistan y abandonen el inmueble, incluso se han desplazado a la zona varias patrullas de la Policía Local con la intención de disuadirles, pero los agentes también han llegado a la conclusión de que no será posible y deben explorarse otras vías.
Mientras tanto, el tripartito ha optado por paralizar las obras en todo el inmueble. No solo en la vivienda habilitada en el bajo, que es la que está okupada, sino también en las dos de la planta superior. Con ello se pretende evitar presiones que puedan derivar en desperfectos en las instalaciones, por lo que la rehabilitación de ese inmueble de piedra y más de un siglo de antigüedad para que pueda ofrecer vivienda temporal gratuita a personas en situación de emergencia podría no estar lista este año.
La casa disponía de cuatro apartamentos, dos por planta. Uno de ellos estaba okupado, aunque la mujer cambió de domicilio y el Concello anunció que se harían "retoques" en esa vivienda. Sin embargo, es aquella misma mujer la que ha regresado a la casa, ahora acompañada de su pareja y sin aparente disposición a abandonarla. "Seguiremos insistindo na vía do diálogo na procura dunha solución, pero iniciamos tamén a xudicial por se aquela non dá resultado", manifiesta el alcalde.
