El pasado, presente y futuro de la Asociación Meiramar Axóuxeres se dio cita ayer en el palco de la música del frente marítimo de Moaña en un festival de O Folclore do Mar que celebró sus bodas de plata reviviendo su historia. Y lo hizo de la mejor de las maneras posibles, recuperando a más de un centenar de personas que formaron parte del grupo durante estos 25 años para que repitiesen algunos de los bailes en los que participaron antaño. La emotiva puesta en escena tuvo como aperitivo la actuación de la formación serbia Rkud Jedintsvo de Pancevo, que trajo a Moaña lo mejor del folclore de la región balcánica de la Vojvodina.

Pero el plato fuerte aún estaba por llegar, con un espectáculo en el que se proyectaban unos segundos de un vídeo de una actuación antigua para que a continuación la repitiesen en directo los protagonistas de la misma. La primera de las piezas elegidas fue la Danza do Espantallo, bailada en 1984 por un grupo de niños -antes incluso del nacimiento del propio festival- que, ya con algunos de ellos rozando la cincuentena se rememoró ayer en el escenario. Tras ella fueron interpretadas otras piezas históricas con el mismo formato, entre los aplausos del público presente.

El certamen sirvió también para proyectar un par de vídeos, uno de presentación con diferentes imágenes y otro con entrevistas a algunos de los participantes. Pero el que tocó el corazón de los presentes fue el que se proyectó en homenaje a Geno Piñeiro, que fue presidente de Meiramar Axóuxeres e impulsor de O Folclore do Mar, y que falleció en agosto del año pasado. La agrupación le entregó un ramo de flores a los familiares. Los grupos actuales (infantil, de gaitas, de panderetas y de cantareiras) fueron los encargados de realizar las últimas actuaciones, antes de que se pusiese el punto y final al certamen con un escenario lleno y una composición de Kepa Junquera.