Si la urbanización es privada y el acceso está prohibido a personas y servicios ajenos a ella, el Concello de Cangas cobrará a los dueños los costes de los operativos contra incendios y de cualquier otra actuación de emergencia que precise movilizar medios municipales, como sucedió el pasado domingo para sofocar un fuego próximo a las casas. Es la "norma de conducta" que seguirá el gobierno tripartito cada vez que tenga que desplazar efectivos a la zona de Punta Couso, en la parroquia de O Hío, donde persiste un viejo litigio sobre la titularidad de los viales que vertebran ese ámbito reconocido como privado por sentencia judicial. Los gastos del incendio del domingo, en cuya extinción participaron ocho efectivos del Grupo Municipal de Emerxencias-Protección Civil con los dos camiones disponibles, así como una docena de brigadistas de la Xunta apoyados por un helicóptero y efectivos de la Policía Local y Guardia Civil, ya se pasarán "á comunidade ou aos propietarios a título particular", anuncia el alcalde, que ha trasladado el asunto al departamento de Urbanismo para que determine a quién o quiénes le corresponden.

Con este caso, Xosé Manuel Pazos ya ha empezado a predicar con el ejemplo y ha dado instrucciones al responsable de Protección Civil, Cesáreo Coya, para que desglose los gastos del operativo que se pasarán al cobro. "Nin máis nin menos que o que se fai con calquera compañía de seguros cando se atende algún accidente ou incidencia que precisa desprazar medios públicos", explica el regidor, que aún desconoce el coste de ese operativo, aunque algunos técnicos municipales calculan que la factura rondará entre 1.000 y 2.000 euros, tomando como referencia otros casos similares.

El mismo domingo, varias personas que paseaban por las proximidades del portal de acceso a la urbanización de Punta Couso donde hay una señal de prohibido y un cartel advirtiendo de que se trata de una propiedad privada criticaron que se mantenga esa situación "de inaccesibilidad" en una amplia zona de varias hectáreas colindantes con el mar y por la que ni siquiera pueden acceder percebeiros y marineros que acuden a faenar en las proximidades del faro. "Si no dejan entrar a nadie porque dicen que todo eso es suyo, ¿por qué no echan mano de servicios privados cuando sucede algo así?", se quejaba una joven que paseaba a sus perros por el entorno y refería los "problemas" que se encuentran si quiere pasear por la zona.

A varios efectivos de emergencias también le llamó la atención que solo "uno o dos vecinos" acudieran a interesarse por el fuego en las inmediaciones del foco, a pesar de que se trata de una zona poblada y con abundante maleza.

Precisamente la abundancia de maleza es otra de las "irregularidades" que se detectan en la urbanización de Punta Couso por parte de los servicios contra incendios, que recuerdan la obligatoriedad de eliminar arboleda y desbrozar una franja alrededor de las casas y viales de acceso, tal como establece la Xunta, que marcaba el 30 de junio como fecha límite para realizar esos trabajos y fija sanciones para los infractores. "La ley no se puede aplicar a unos y dejar al margen a otros", señalan desde la Administración, que hace hincapié en que el peligro de propagación del fuego aumenta considerablemente en esas condiciones.