"As lápidas que recordan ás asasinadas van actualizándose cada mes (por desgraza), polo que pintamos de negro os nomes do ano anterior para poñer os novos". Es la explicación que da la Asociación Púrpura tras la aparición de varias lápidas volcadas en su habitual emplazamiento en los jardines de O Señal y que desde el Concello se interpretó como un acto vandálico que se puso en conocimiento de la Policía Local para iniciar una investigación. Lo que en realidad sucedió es que varias integrantes del colectivo pintaron las placas para renovar los nombres y, mientras secaban, otras personas creyeron que se trataba de un acto de vandalismo intencionado y denunciaron la situación. Entre ellas la edil de Obras e Servizos, Mercedes Giráldez.

Desde Púrpura mostraron su malestar, a través de un comunicado, por esa confusión y por el eco que tuvo. También por que el Concello no las llamara antes de hacerlo público. "Semella o mundo ao revés", replica Giráldez, que aclara que no son las responsables municipales quienes deben llamar a las de Púrpura, sino al contrario porque se trata de un espacio público sujeto a unas normas que toda la ciudadanía debe cumplir.

A pesar de este malestar, mutuo, Mercedes Giráldez recalca que la aparición de las lápidas volcadas sobre el césped se comunicó al alcalde y al edil de Benestar, que desconocían los hechos, y se hizo público para denunciar cualquier atentado a la dignidad de las mujeres. Aunque esta vez no era el caso.