Los trabajos para "minimizar, reparar e dar solución aos danos producidos polos efectos dos temporais acaecidos e polo desgaste do tempo" en el tejado del consistorio de Cangas, que provocan filtraciones y humedades en las dependencias interiores, tendrán que esperar al menos otro invierno. La Xunta ha descartado conceder una ayuda de 60.000 euros solicitada por el gobierno cangués, que estaba "convencido" de cumplir todos los requisitos para recibirla, y el Concello carece de partida presupuestaria para afrontar los trabajos con fondos propios, por lo que habrá optar a otras ayudas o esperar al próximo ejercicio económico, señalan el alcalde, Xosé Manuel Pazos, y la concejala de Obras e Servizos, Mercedes Giráldez, que se muestran "sorprendidos" por la negativa de la Administración autonómica a conceder la subvención, "dinnos que por no acadar a puntuación suficiente" frente a otros competidores.
El Concello presentó un proyecto elaborado por los técnicos municipales para actuar en la cubierta de la casa consistorial cambiando las chapas deterioradas, mejorando las canalizaciones y la solera para impedir vertidos sobre las fachadas y sellando toda la estructura con materiales adecuados. La actuación está presupuestada en algo más de 60.000 euros y para hacerle frente el gobierno tripartito tramitó una solicitud de ayuda a la Vicepresidencia de la Xunta, que aportaría el 80% de la inversión y el Concello se haría cargo del 20% restante. La idea era aprovechar la llegada del buen tiempo para acometer la actuación y no tener que "afrontar outro inverno" en las precarias condiciones en que se encuentra la estructura. Pero la falta de dinero obliga a "seguir agardando mentres se buscan outras fórmulas", puntualiza Giráldez.
Horadado por el tiempo
Según concluyen los redactores del proyecto, la meteorología tiene buena parte de culpa en la situación actual, ya que la parte de la cubierta del consistorio voló con los temporales de los últimos años y sólo se pusieron parches para minorar el problema. Aún así, cuando las precipitaciones son abundantes, las goteras se dejan ver y sentir en dependencias de la segunda planta, donde en ocasiones se precisa colocar cubos y paños para recogerlas. La humedad que se filtra por la fachada incluso llega a la planta baja, especialmente en la zona de atención al público de las dependencias de Urbanismo. "Son problemas que requiren unha reparación conxunta, xa que gran parte deles entrelázanse entre si", reconocía la edil cuando remitió a la Consellería de Presidencia, Administracións Públicas e Xustiza la solicitud de subvención para crear o mejorar infraestructuras municipales, que acaba de ser rechazada.
La cubierta resiste "a base de remendos" con materiales utilizados en reparaciones aisladas para solucionar temporalmente los daños detectados. El canalón de desagüe está muy deteriorado, la falta de "lagrimero" afecta a la fachada al facilitar las escorrentías y las filtraciones por capilaridad se manifiestan en el interior. Además, el agua causa "desconchados no formigón e oxidación nas armaduras".
Los técnicos proponen una actuación integral para solucionar los problemas, con el resellado de la carpintería de aluminio, limpieza, desmontaje y recolocación de acometidas y bajantes actuales aumentando la capacidad de desagüe, impermeabilización del canalón antiguo y colocación de aislamiento térmico para evitar condensaciones. También la fabricación y colocación de nuevo canalón y acometidas a bajantes en cobre con juntas de dilatación para evitar roturas, colocación de lagrimeros y remates perimetrales para evitar escorrentias de auga. Instan a sustituir la cubierta por una hermética y realizar otras actuaciones complementarias para garantizar que los problemas queden solucionados.
