La playa de O Con, en Moaña, acoge esta tarde la campaña “Somos historias”, somos sostibles”, que impulsa la Diputación de Pontevedra con el apoyo del Concello en este municipio, a través de la Concellería de Medio Ambiente, para la recogida de plásticos y colillas de tabaco en los arenales.

La Diputación está extendiendo esta campaña a los festivales Rías Baixas fest y Fiestas de Interés Turístico. El objeto es la concienciación de la sociedad, tal y como señala el edil de Medio Ambiente de Moaña, Odilo Barreiro, sobre la necesidad de la recogida de los residuos más nocivos en estos entornos como son los plásticos y las colillas. Se materializa en una acción participativa en la que los bañistas realizan gestos simbólicos de recogida de estos materiales a cambio de beneficiarse de sorteos realizados cada hora en la misma playa y otro general de entradas para festivales en la edición de 2019 y otro tipo de premios similares.

La campaña cuenta con recursos humanos de apoyo. En este caso, el viento del norte no permitió la instalación de los cuatro soportes Rolling para la exposición de información, datos e imágenes; y lo que se hizo fue instalar una mesa expositora en la que se repartían envases fabricados con cartón ecológico y reciclable, para las colillas y los pequeños residuos que pueden entregar las personas participantes. El puesto cuenta con tres papeleras para depositar también otro tipo de residuos de forma ordenada y reciclada.

Al frente del mismo están tres monitoras y monitores ambientales para concienciar y hacer participar a los bañistas. Cada participante cubre una papeleta cada vez que se acerca a depositar residuo, con las que cada hora se realiza el sorteo en la playa.

Para mantener esta campaña a lo largo del verano, los monitores/as repartieron cerca de 500 envases plegables en los locales hosteleros de la zona y en el puesto de salvamento instalado en la propia playa para que sean repartidos entre los bañistas.

Solo en 2015, tal y como recuerda Odilo Barreiro, la producción mundial de plásticos llegó a 322 millones de toneladas y se espera que en los próximos veinte años, esta cifra se duplique.