Noche larga y frenética actividad la de ayer por la mañana para Fernando Ortigueira, el parapentista de Lérez (Pontevedra) superviviente en el accidentado vuelo en Cabo Home del miércoles por la tarde, en el que falleció su compañero, el moañés de 54 años Guillermo Casás Boubeta. Fernando se desplazó de Pontevedra a Cangas por la mañana a declarar ante la Policía Judicial en el Cuartel de la Guardia Civil, al tiempo que recuperaba la vela de su parapente que había sido rescatada del mar. Con ánimo sereno Fernando Ortigueira relata que todo fue un trágico accidente, que no acostumbran a suceder en este deporte e incluso afirma que son mucho más peligrosas las motos que practicar el vuelo en parapente. Para nada considera que hizo algo especial para salvar su vida y se limita a mencionar que simplemente cumplió el protocolo para los amerizajes, que se lo sabe de memoria, no en vano es monitor de este deporte, con 25 años de práctica y más de 8.000 horas de vuelo. El del miércoles fue su primer accidente con el parapente en el mar.

Fernando Ortigueira comenta que es la primera vez que iba a volar a Cabo Home, a pesar de que pertenece al Club Morrazo de Parapente. Porque no es fácil volar en esa zona, ya que se requiere una serie de permisos al estar incluida en Red Natura. Fernando Ortigueira, Guillermo Casás y Ángel Graña realizaron un primer vuelo por la zona a las 17.00 horas, tirándose desde el aparcamiento norte de la zona de A Caracola, en Donón. Las condiciones meteorológicas eran buenas y el viento tenía la intensidad requerida. Tras un breve descanso, el fallecido y Guillermo Casás decidieron volver a salir, mientras que Ángel Graña optó por no hacerlo. Consideraba que el viento había amainado y que sería más difícil gozar de la práctica de este deporte. Los dos compañeros se volvieron a tirar desde el mismo lugar y cogieron rumbo norte, en dirección a Punta Couso, sobrevolando siempre tierra.

Manifiesta Fernando Ortigueira que el viento perdió intensidad y que decidieron aterrizar. Los escarpados de la Costa da Vela lo hacían complicado. Así que la opción que parecía más segura es la que los dos, cada uno por su cuenta tomaron, amerizar. El tripulante pontevedrés cuenta que una vez tomada la decisión se desabrochó por completo y guió su vela hacia una zona que percibía tranquila. Todo ello 200 metros antes de caer. "Prácticamente americé en la orilla. Solo tuve que dar tres brazadas y ya estaba en tierra Cuando llegué me saqué la ropa mojada y volví a tirarme al mar para recoger la silla, donde había dejado la cartera, las llaves del coche y el teléfono móvil con la mochila. Lo hice con mucha tranquilidad y siempre pensando que mi compañero también lo había conseguido. Lo vi nadar y llegar a la orilla, unos 250 metros más adelante que donde había caído yo. Después le perdí de vista porque había una especie de espigón que me impidió seguirlo. Pero para nada sospeché que le había podido pasar algo malo".

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Después tocó subir el monte. Una tarea complicada y que en su opinión fue mucho más difícil que el amerizaje. Afirma que tardó casi dos horas y media en escalar la montaña de O Facho, apoyándose en su mochila que utilizaba para escalar entre los altos tojos.

Llegó sonriente a la cima, donde vio mucha gente y una excavación arqueológica, que después le dirían que era el yacimiento arqueológico de Facho. Desde allí se dirigió al lugar de lanzamiento donde ya estaba el operativo de salvamento montado, con la Guardia Civil esperándolo. Dice que llegó sonriente y que preguntó por "Guille". Allí se enteró de que no sabían nada de él. "Les dije que "Guille" estaba bien que había visto cómo nadaba para alcanzar la orilla y que iba con la silla" . Y ese matiz fue lo que se considera la causa del trágico accidente. Fernando Ortigueira asegura que amerizar con la silla y la vela es muy peligroso, que te puedes enredar con los cordines y estás muerto. "Si no te sueltas antes de amerizar tienes un 80% de posibilidades de fallecer" .

Ángel Graña estaba muy ligado a Guillermo Casás. Eran amigos desde hace mucho tiempo aunque "Guille" había comenzando más tarde en esta afición que tanta adrenalina genera. Pero no se cansa de repetir que volaba muy bien, que tenía mucha intuición para este deporte. Graña y el fallecido fueron el verano pasado a Francia y volaron en el Mont Blanc y en Saint Hilaire, donde se celebra una de las mayores reuniones anuales del parapente. Este cangués insiste en que el error fue ir hacia el norte, hacia Punta Couso, con el poco viento que había. Graña tiene los mismos años que Guillermo Casás Boubeta. Ambos compartían la adrenalina del vuelo en parapente, al que Guille le había cogido gusto ya en la madurez. El fallecido, casado y padre de una hija y trabajador en una conservera en Castiñeiras, era un enamorado de la naturaleza. Antes de volar le gustaba pasear por los montes. Ángel Graña le recuerda como un hombre tranquilo, por eso le sorprende todavía más que no se deshiciera de la vela con tiempo suficiente para tirarse al mar. Pero Graña siempre lo recordará como una persona buena y muy positiva.

El Servicio del 112 dio a alerta a las 20.59 horas. Movilizó a Salvamento Marítimo, Protección Civil, Guardia Civil, Policía Local, Salvamento de playas y embarcaciones situadas en la zona la desaparición de dos parapentistas. El Servicio Municipal de Emergencias señala que "sabíamos que había dos paracaídas en el agua, pero nada más." Salvamento Marítimo movilizó a la Salvamar Mirach y a dos helicópteros: el S.A.R y el Pesca I y el 112 pidió información a Protección Civil Cangas para que confirmara si algún tripulante había alcanzado tierra". En esta búsqueda participaron no solo el operativo oficial, sino otros compañeros de club que habían ido a pasar el día a Cabo Home, pero que al final no volaron y algunos voluntarios. Comenta Graña que muy cerca de Punta Couso se cruzaron a un fotógrafo de naturaleza al que preguntaron sin había visto volar dos parapentes. Les comentó que sí y hacia dónde se dirigían. Incluso les dijo que les había quitado fotografías. Las últimas para Guillermo Casás, de ahí que sus compañeros muestren interés en localizar a este fotógrafo desconocido para ver si puede facilitarles las imágenes que hizo.