Comenzaron por fin las obras de reconstrucción del tejado de la capilla de San Roque, sobre el que cayó el día 3 de febrero del pasado año una rama del centenario pino manso que, junto a la capilla, presidía esta colina de la parroquia de Darbo. Fue un temporal de viento el que provocó este desastre que supuso que la ermita estuviera a la intemperie durante más de año y medio. Las obras las financia el Arzobispado de Santiago de Compostela y el letrero instalado en la reja que delimita el espacio de las obras de la capilla, donde ya están instalados los andamios. Como reza el cartel de obras, esta intervención en el patrimonio eclesiástico tiene la oportuna licencia municipal, con fecha de 15 de enero de este año.

Lo cierto es que no fue sin tiempo esta actuación. En junio de 2017 el Arzobispado de Santiago no había presentado en el Concello de Cangas ninguna solicitud para reparar el templo. Sí es cierto que las ramas se retiraron pocos días después del temporal, tarea en la que participaron los vecinos de la parroquia y el párroco, que también retiró los santos. En un inmueble anexo a la capilla se guardaban los bancos donde se sientan los feligreses que acudían a misa a este templo.

Ni el Arzobispado de Santiago de Compostela ni el Concello de Cangas informó acerca del inicio de los trabajos. También es cierto que el gobierno municipal ya había concedido licencia siete meses antes para que se actuara con la prontitud que requería el caso. Se desconoce como está el interior.