La Xunta activó ayer la temporada de alto riesgo de incendios, que obliga a mantener las fincas limpias y suspende los permisos de quemas hasta el 31 de octubre. Mientras, la proliferación de maleza y especies pirófitas en las márgenes del Corredor do Morrazo, que depende de la Administración autonómica, llega en algunos puntos casi a cruzar la vía, lo que se convierte en "extremadamente perigoso" para la propagación del fuego. Una contradicción entre lo que se hace y lo que se exige, se quejan los afectados, y un peligro del que alerta Protección Civil de Cangas en un informe donde detalla la "invasión" no solo de los arcenes, sino, en varios puntos, "tamén dos carrís de circulación" , por lo que urgen a los responsables políticos a tomar medidas. Precisamente en el tramo cangués del Corredor fue preciso cortar la circulación de vehículos en verano de 2016 por incendios forestales, y las tragedias causadas por el fuego en el lugar de Chandebrito o en varios municipios de Portugal empujan a extremar las medidas de prevención.

La conveniencia de desbrozar y limpiar las márgenes de estas vías autonómicas ya fue comunicada en las últimas semanas desde el Concello a los responsables de mantenimiento, aunque los trabajos no se concretaron. Protección Civil elaboró un informe que constata la invasión de especies vegetales pirófitas "moi desarrolladas" entre los puntos kilométricos 11,500 y 15,500 -desde el viaducto de Ameixoada, en el límite con el municipio de Moaña hasta el túnel de Coiro- y que hay una "concentración altísima" en un tramo central de aproximadamente 1.500 metros de longitud. "Esta vexetación ten nalgúns puntos continuidade física entre ela, o que resulta extremadamente perigoso en caso de incendio", señala el responsable del servicio municipal, Cesáreo Coya, que abunda en que hace dos veranos ya se produjeron importantes incendios en la zona que obligaron a cortar el tráfico rodado.

En el recorrido por todo el tramo de la vía de alta capacidad entre la rotonda de Aldán y el límite con Moaña, donde se está trabajando en la última fase del proyecto de desdoblamiento en autovía, los técnicos advierten de puntos especialmente conflictivos. Así, en el entorno del túnel de Coiro hay una "concentración altísima" de especies pirófitas, sobre todo falsas acacias, mimosas y eucaliptos, algunos de cuyos ejemplares se inclinan sobre la carretera con el consiguiente peligro de desprendimiento y, en caso de incendio, de actuar como propagadores del fuego hacia la otra margen. De hecho, esa situación ya se vivió el 15 de julio de 2016, cuando las llamas se propagaron por el monte da Pena y obligaron a cortar el Corredor.

Tampoco el tramo entre A Madalena y Aldán está en condiciones óptimas, pues en los taludes del monte Leboreiro hasta el parque empresarial de Castiñeiras también se detecta una "alta concentración destas especies e moi próximas ao arcén, chegando a invadir o mesmo", así como la posibilidad de que árboles o arbustos puedan caer sobre una calzada que registra "moi alta densidade de tráfico", sobre todo por la afluencia de visitantes a las playas en verano. Protección Civil insiste en que no se cumple la Lei de Incendios de Galicia e insta a prevenir situaciones de riesgo como las acontecidas en Portugal o Chandebrito, "onde tivemos que lamentar a perda de vidas".