Cuando la crisis del ladrillo parece que toca a su fin, en Cangas se procede a la demolición de dos chalés, concretamente en Ramal do Paraíso, que se construyeron bajo el amparo de la burbuja inmobiliaria y que acabaron después en manos de los bancos, para formar parte de la famosa Sociedad de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb). El juzgado de lo Contencioso número 1 de Ponevedra dio un ultimátum al Concello (el plazo de un mes) para que forzara el derribo de los chalés. Ambos fueron construidos por Promociones Xucaba y ya ele 30 de enero de 2012 se ordenó la demolición por no ajustarse a la licencia municipal. Estas propiedades pasaron después a manos de la NGC División Grupo Inmobiliario S.L. y más tarde acabaron en la Sareb.

Pero para que la demolición fuese posible tuvieron que pasar hasta seis años. Primero, el Concello tuvo que localizar a los verdaderos propietarios, que tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, no estaba nada claro. De hecho, en principio el gobierno locl se dirigió a la empresa constructora Xucaba, que ya no existía. Cuando se comprobó que los chalés eran propiedad de la Sareb, esta empresa semipública presentó alegaciones y trató de recurrir la demolición ante los tribunales, argumentando que se trataba de una situación heredada y que no se había actuado de mala fe. Pero su recurso no tuvo éxito. Entre tanto, el alcalde de Cangas fue sancionado con multas coercitivas y después el Concello también sancionó de esta manera a la Sareb por no proceder a la demolición.

Las obras de demolición empezaron por el interior de los chalés.