La construcción del vehículo eléctrico denominado VEU, por sus siglas de Vehículo Ecolóxico Urbán, comenzó primero con un estudio sociológico de los alumnos, sobre las necesidades de desplazamientos en los entornos urbanos de Moaña, Vigo y Pontevedra. Realizaron sus encuestas y se observó, tal y como señala el profesor encargado del proyecto, José Ángel Serantes, que un 67% de los vehículos llevan solo una o dos personas y que el 76% de los conductores encuestados confirmaron que hacían una media de 40 kilómetros al día en un entorno urbano en donde la velocidad máxima es de 30, 40 o 50 kilómetros por hora. Con estos datos, los 9 alumnos del segundo curso del Ciclo Superior de Instalaciones Electrotécnicas y Automáticas del Instituto A Paralaia de Moaña, bajo la dirección de su profesor de Electricidad, puso en marcha este gran proyecto innovador que ha logrado uno de los recientes premios de Innovación Tecnológica que concede la Consellería de Educación.

Los nueve alumnos protagonistas de esta hazaña junto a su profesor son: Jaime Rocha (24 años), Rubén Vilas (23), Xesús Martínez (22), Francisco Javier Rodal (28), Damián Calvar (28), Miguel Brañas (24), Alejandro Troncoso (20), Rubén Pereira (20) y Darío Pena (23).

Ayer, ocho de ellos con el profesor mostraban el vehículo y circulaban por el patio del centro docente, que ayer acogió el XVIII Congreso de Enfamec, que reúne a profesorado de Mecanizado de la Formación Profesional de Galicia.

El coche se ha fabricado contando con la ayuda externa de las empresas Neuvisa Tarpón, en Moaña; y Nort 3D, que ha realizado el diseño en tres dimensiones de la carrocería y que pronto lucirá el coche, con material de fibra de vidrio que aportar Neuvisa.

El premio, que tiene una dotación económica de 22.000 euros, les llega ahora ya en la recta final del proyecto, que se pudo poner en marcha gracias al apoyo decidido de la dirección del centro, que apostó por el mismo a pesar de los escasos medios presupuestarios del instituto. Pero se hizo una apuesta arriesgada de la que profesor y alumnos están muy orgullosos y en la que colaboraron también los alumnos de Metal con la elaboración de piezas a medida.

Serantes, que lleva 18 años de docente en el Instituto A Paralaia, se muestra emocionado y orgulloso por cómo se han involucrado los alumnos en este proyecto, desde el primer momento y dejando en el mismo horas y horas de su tiempo libre, fuera del horario lectivo.

El coche es un modelo totalmente artesanal realizado a partir del desguace de bicicletas con sus ruedas y pedales alternativos al motor, que es eléctrico y en hierro galvanizado. Se enciende con una llave, como ayer demostraban alumnos y profesor pilotando el VEU por el patio. Está fabricado para cumplir con esas características del estudio de los desplazamientos, biplaza y con una capacidad para llegar a los 40 km/h. Por sus características técnicas se clasificaría por la Dirección General de Tráfico como un cuatriciclo ligero de la clase LGE-A, de los que no requieren permiso de circulación para su conducción.

El vehículo estará dotado de frenado regenerativo (sistema de recuperación de energía cinética) capaz de hacer disminuir la velocidad del vehículo transformando su energía cinética en energía eléctrica y almacenarla en las baterías para su uso posterior.

Hasta su fabricación, Serantes admite que le dieron muchas vueltas al proyecto, fueron muchas horas de trabajo, de entrega... El primer día que salió el coche a la calle, llegaron a salir a las once de la noche del instituto y lo que más le reconfortó fue que cuando agradeció el esfuerzo a los alumnos, ellos le respondieron que gracias a él: "No lo olvidaré nunca y ha sido un empujón de moral. Muchos verán este coche como algo más, pero para nosotros es algo grande, algo en lo los alumnos se han involucrado mucho y que desde el primer día supieron comprender las inquietudes".

Todos los alumnos, salvo Alejandro Troncoso, que va a continuar los estudios de Ingeniería Industrial en la Universidad, concluirán este año la "carrera" de FP y la gran mayoría seguirá trabajando en las empresas en donde están realizando el programa FTT de prácticas. Miguel Brañas realiza su formación práctica en el grupo Precisgal, de automoción, en Vigo; Francisco Javier Rodal lo hace en Tesol, de mantenimiento de máquinas de soldar; Jaime Rocha está en Neuvisa; Damián Calvar en Povisa, en labores de mantenimiento de maquinaria; y Darío Pena en la empresa de mantenimiento naval "New Electric".

El VEU, que ahora es esqueleto, pero que pronto lucirá su carrocería, es el primer proyecto técnico de la comarca que reciben premio de estas características.