Los populares de Moaña habían presentado alegación al expediente de catalogación de los tilleros de Casqueiro y de Calragho como patrimonio cultural. En primer lugar, por estimar que los mismos no tienen entidad para su catalogación, "pues se trata de dos simples naves abandonadas y una vivienda, lo que no constituye un ámbito territorial relevante ni tienen una vinculación histórica ya que se trata de astilleros construidos a partir del año 1942 sin ningún elemento constructivo relevante o digno de mención por su singularidad".

Añadía también, que desde hacía muchos años, en los mismos no se realizaba actividad de astillero y que la propia administración de Costas había abierto un expediente de caducidad de la concesión -que concluye ahora en julio de 2018- porque ya no se utilizaba para el fin otorgado y que la zona de dominio público se había ocupado con una edificación utilizada como garaje. Los populares alegaban también que la falta de actividad se acreditaba con la no aportacoion por los solicitantes de licencia de actividad municipal; que los astilleros disponen de una concesión administrativa que finaliza en 2018 y que una de las edificaciones ha realizado obras de ampliación de forma ilegal, sin permiso de Costas, dentro de los 6 metros de servidumbre de tránsito. El PP alegaba que la actividades de astillero eran ahora incompatibles con el casco urbano y se oponía a la delimitación del ámbito que afectaba a las fachadas de los nuevos edificios de Concepción Arenal.