"Na terra non mirei a ninguén, pero o barco leva alí dende as doçe pasadas", apunta el capitán de un pesquero que está en el dique seco preparándolo para la campaña del bonito. A nadie extraña ver fondeado en la ría de Aldán al nuevo yate del empresario Amancio Ortega, bautizado con el mismo nombre que el anterior, Valoria, y la B añadida, en honor al pueblo vallisoletano de Valoria la Buena de donde era su madre. Comentan los que pasean por las inmediaciones del puerto que el dueño de Zara es fijo de todos los veranos en Aldán, aunque reconocen que sorprende verle tan temprano, con un tiempo tan desapacible, por mucho claro que se abriera ayer por la tarde. ç

"A el ghústalle Aldán. E raro que tardara tanto tempo", comenta de nuevo el capitán del barco Cachería II. Cuando se le pregunta a qué se refiere con tanto tiempo, el marinero responde que el año pasado no estuvo, aunque sí fue fiel a su cita con esta ría su hija, que fondeó con el "viejo" yate del padre. Se ríe cuando se le pregunta si sabe si la tripulación -no está confirmada la presencia del empresario- bajaron a tierra a comer o llevaron el almuerzo a la embarcación desde algún restaurante de Aldán. "O meu ten coçiña, non a vai ter ese, con 47 metros. Un barco deses non ten problemas", aseguraba el veterano marinero mientras se afanaba en restaurar su agujereada embarcación que había comprado en Ribeira para la campaña del bonito. "Ghústalle Aldán. Ves aquela casa ghrande de pedra que está alí enriba?. Súbete para vela! Vela? Pois quixo comprala, pero o dono non lla quixo vender" .

- ¿Por qué?

- Pois será a que él tampouco lle fan falta os cartos.

- ¿Y por qué todos sabeis que se trata del yate de Amancio Ortega?

- Hoxe en día hai internet.

Aunque todos hablan del yate de Amancio Ortega, nadie sabe si está el empresario a bordo. Nadie le vio. Pero la gente de Aldán es discreta. Las pequeñas embarcaciones que hay en el muelle no se alborotan con la presencia del lujoso yate, ni nadie saca prismáticos para ver lo que ocurre en las inmediaciones de la imponente embarcación.

El capitán del Cachería II dice que vio a gente salir del barco en una pequeña lancha y dar vueltas, pero no distinguió a nadie; la distancia es demasiado grande.

Un hombre que manejaba una embarcación a vela y que estaba atracando alrededor de las 19.00 horas en el puerto de Aldán afirma que comentó con su compañero que vio a una lancha de Aduanas acercase al mismo. Manifiesta que vio como el yate levantó por un momento el fondeo, que quedó primero con la proa a la salazón de Ameixide y que después quedó "aproado ao vento".

Un trabajador de un cocedero de marisco que hay en las inmediaciones comenta que vio cómo varias personas salieron del yate en una lancha del mismo color. Asegura que empleaban una tablas eléctricas para deslizarse por el mar. Dice que se trata de esas tablas que se utilizan para padel surf, pero con un pequeño motor.

Mientras, el capitan de Cachería II sigue reparando de forma paciente su barco y los vecinos de la parroquia paseando por el muelle en una tarde muy diferente a la desapacible mañana. Miran al yate y continúan su ruta que les llevará a perder el colesterol que acumulan las venas ya entradas en años.