El I Festival Internacional de Jazz de Bueu se abre esta noche con Antonio Otero Cuarteto, uno de los proyectos en los que está embarcado el cantante y saxo lucense. Si la meteorología lo permite la actuación será en el exterior del bar O Farol, en la Banda do Río a partir de las 21.00 horas. Junto a él estarán Juansi Santomé al contrabajo, Antón Iglesias a la batería y Nacho Pérez a la guitarra, que sustituye a Álvaro Vieito, que debido a problemas de última hora no puede acudir.
-Le toca abrir la primera edición de un festival que nace con vocación de permanencia.
-He tocado en Bueu y en el Canjazz de Cangas en bastantes ocasiones. Cuando surgió la oportunidad de venir a este festival no lo dudé. Lo de inaugurar el festival es una casualidad, pero es todo un honor. Eso es algo que queda ya para la historia.
-Lo que está claro es que la oferta de jazz cada vez va en aumento y con un público fiel.
-Es cierto, iniciativas como está en Bueu son muy positivas. Los festivales alrededor del jazz tienen éxito y es importante que las administraciones lo vean. No todo tiene porque ser orquestas y grupos tradicionales, que están muy bien. Hay más opciones para que la gente se divierta y esta es una de ellas. Por eso espero que este festival de Bueu dure y que tenga éxito.
-Usted parece bastante inquieto. Forma parte de proyectos como The Alley Stompers, The Swinging Flamingos, Cats and Monkeys, Gallaecia Big Band y la Orquestra de Jazz de Galicia. ¿Cómo será el cincierto de esta noche en Bueu?
-Va a ser un concierto más centrado en el jazz moderno, pero habrá también algo de swing. Interpretaremos varios estándar de jazz, temas más sofisticados y con arreglos para la ocasión. En el repertorio habrá clásicos como "Stardust", "Just one of those things", "Nature boy" y otros puramente instrumentales, de un estilo be bop.
-¿Cómo compagina todos esos proyectos y elige qué tocar en cada momento?
-En el caso del swing contamos con un repertorio amplísimo, pero muy centrado ese estilo. Cuando tocas para que la gente baile tienes que tocar y cantar de una manera muy determinada. Por eso en el concierto de hoy no habrá tanto swing. A medida que tocas algo más moderno tienes más libertad estílistica. Participo en algún proyecto en el que tocamos rock a lo salvaje. El grupo con el que estaré hoy en Bueu es de un jazz más moderno, como te decía antes. ¿Para compaginar todo esto? Mucho esfuerzo... y dormir poco [risas].
-Antes hablaba de que abrir la primera edición del festival era algo para la historia. Conciertos como el de hoy también pueden pasar a la historia por otras razones: con la nueva Lei de Espectáculos de Galicia la posibilidad de ofrecer conciertos en establecimientos públicos se restringe a la mínima expresión. Muchos bares o pequeños locales se quedarán sin programación y los músicos sin poder tocar.
-Sí, pero parodójicamente con el de hoy no habría problema porque es en la vía pública. Si fuese dentro ya no sería posible. Es difícil entender este tipo de forma de legislar, en la que no se tiene en cuenta a los directamente afectados, que son los bares y los propios músicos. Hay gente que se dedica solo a esto y que no sé como se las van a arreglar. No estamos hablando solo de los músicos, sino de técnicos de sonido y más gente. Y después te encuentras con espectáculos como el de conocidas orquestas, que como pasó hace unos días en Lugo tocan en una punta de la ciudad y se escucha hasta en el otro extremo.
-¿Qué le parece el programa con el nace este I Festival Internacional de Jazz de Bueu?
-Me parece genial. Todos los artistas y grupos son sobradamente conocidos y con un currículum impecable. Es especialmente destacable que cada concierto será completamente diferente, con un programa muy variado. El nuestro de hoy será con un jazz más modernos, el de mañana de Virxilio da Silva y Juzz va a ser increíble, muy potente y con power distorsión a tope. Y luego está el del sábado de antonio Lizana, con esa unión entre el jazz y el flamenco. Cada concierto es una apuesta por algo especial.
