Las jornadas "O noso monte ten futuro", que organiza la empresa Maderas Freire, se clausuraron ayer con dos charlas centradas en la ordenación y en el aprovechamiento forestal. Las conferencias tuvieron lugar en el Centro Social do Mar de Bueu y en primer lugar intervino el director xeral de Desenvolvemento Rural, Miguel Ángel Pérez Dubois, para hablar sobre ordenación forestal. El cierre le correspondió a la coordinadora de constitución de Sofor de la empresa Stragal S.L. (Servicios de Traballos Galegos), Marisé García. Esta empresa está centrada en el ámbito agrícola, forestal, medio ambiente y obra civil. Esta ponencia estuvo centrada en las denominadas sociedades de fomento forestal (Sofor), una figura legal para promover la unión de propietarios de monte para gestionar sus terrenos y evitar que caigan en el abandono.

- Las Sofor resultan desconocidas para muchas personas. ¿Qué son estas sociedades?

-Galicia necesitaba de manera urgente una figura para gestionar las propiedades forestales privadas que ahora están en estado de abandono porque muchas veces los propietarios las desconocen. Durante las últimas décadas se perdió ese vínculo con el monte: ya no necesitamos leña ni estrume para los animales. Todo esto redunda en un estado de abandono y queda poco tiempo para que esa propiedad no se pierda: las personas más jóvenes en el rural tienen una media de 65 años y cuando ellos ya no estén los jóvenes no sabrán donde están esas propiedades, como nos recuerdan responsables de la Consellería de Medio Rural. El ejemplo más claro de todo esto se ve en las herencias: en muchas ocasiones el monte no se reparte y no se toma posesión del mismo. El otro ejemplo es el catastro, que ahora mismo es una catástrofe: hay parcelas que que quedaron sin repartir desde hace tres generaciones, lo que dificulta mucho identificar las propiedades. Había que poner una solución. La Xunta creó primero en 2008, durante el bipartito, las Unidades de Xestión Forestal (UXFOR). Luego el actual gobierno retomó esa figura en 2011 para convertirlas en sociedades de gestión o sociedades mercantiles de responsabilidad limitada, las Sofor. El objetivo es una gestión compartida del suelo forestal. Esta figura da más seguridad porque garantiza la propiedad, que era un aspecto en el que las UXFOR cojeaban un poco porque no eran nada garantistas. Las Sofor son una alternativa que no es sencilla, pero que es viable. El problema es que se quedó un tanto estancada por falta de información, pero cada vez hay más interés y curiosidad para saber de qué va esto.

- El tema de la propiedad no es una cuestión menor en ningún sitio y menos en Galicia. Es algo que siempre genera desconfianzas.

-Por eso las Sofor son tan garantistas. En una Sofor el propietario no solo no pierde la propiedad, sino que la consolida: a través de estas sociedades se ayuda a que la parcela esté bien identificada y bien gestionada. Hay que tener en cuenta que para el 99% de los propietarios una gestión individual es inviable económicamente.

-¿Qué aportan las Sofor en este sentido?

-La unión favorece a todos los propietarios, inclusive a los que tienen superficies que por razones de prevención tienen que quedar libres. Hay que tener en cuenta que la Sofor no solo consiste en plantar árboles con valor comercial, se trata de gestionar una superficie que puede ser productiva o no. Se trata de conservar el medio ambiente y todo lo que lo rodea. Plantar frondosas donde ya hay, apostar por usos como el silvipastoreo, la explotación de setas o frutos como la castaña, que es una de las alternativas más interesantes ahora mismo...

-¿Qué requisitos hay que cumplir para poder crear una Sofor y cómo es el proceso?

-Es necesaria una superficie mínima en cotorredondo y hay tres niveles. Pueden ser 15 hectáreas de castaños, 25 hectáreas de frondosas caducifolias o puede ser una superficie mixta, para la que se necesitan 50 hectáreas. En este último caso se permite que estén repartidas en tres cotorredondos de 12,5 hectáreas, que no tienen que estar próximos entre sí, pero sí en zonas limítrofes. El proceso incluye la elaboración de un plan de ordenación de la superficie a 25 años elaborado por un ingeniero forestal, su aprobación posterior por parte de la asamblea de la Sofor y luego de la Xunta. Formar parte de una Sofor no es un castigo, es una opción porque nadie te puede quitar la propiedad ni el derecho de acudir a tu finca. Se establece un periodo de 10 años para adaptarse y lo único que no se puede hacer es cortar o plantar nada sin contar con la Sofor.

-¿Cuál es la situación en O Morrazo? ¿Hay interés en montar alguna Sofor en la comarca?

-En esta comarca se ha dado un primer paso que es la creación de un colectivo, la Asociación de Propietarios de Monte do Morrazo [APMM, que también colabora en estas jornadas]. Están hacien un trabajo muy importante para evitar que se pierda la propiedad del monte y están localizando propiedades. Se les ve interés y preocupación por el monte y tuvieron la ocasión de ver como trabaja una de las Sorfor que llevamos desde Stragal, en Requín (A Estrada). La asociación podría ser el germen de una futura Sofor si así lo quieren.

-¿Hay otros ejemplos equiparables a las Sofor en el resto de España?

-No tenemos constancia de que exista en España ni en otro sitio, es una figura de creación propia en Galicia. Hace falta seguir trabajando para perfilarlas y difundirlas. Nosotros cada vez notamos más interés y curiosidad. Incluso nos han llegado a preguntar si se podían incluir propiedades agrícolas, que de momento no es posible.