El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Cangas denunció a un vecino de este municipio, que podría incurrir en una infracción grave a la ley de caza por tener un animal silvestre en cautividad. Se trata de un zorro vivo que tenía en su vivienda.

Según la versión facilitada por el propietario del inmueble, el animal lo había capturado meses antes en el interior del gallinero anexo a su casa, alegando que lo tenía retenido para utilizarlo como parte del entrenamiento de sus perros de caza, sin ningún tipo de autorización administrativa.

El Seprona procedió a la incautación del animal, un espécimen hembra de zorro que tenía en su cuello una correa y estaba sujeto por una cadena metálica que utilizaba su poseedor para evitar que se escapase. Una vez recuperado el animal, el Seprona lo trasladó al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Cotorredondo, al objeto de que puedan valorar su estado y posible readaptación a su medio natural.

El vecino se enfrenta a una posible infracción grave tipificada en la Ley de Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, en concordancia con la vigente Ley de Caza de Galicia. La denuncia formulada se remitió a la Delegación Provincial de la Consellería de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio de la Xunta de Galicia en Pontevedra, que será el órgano competente para incoar el correspondiente expediente sancionador, del que puede derivar una sanción económica desde 601 a 6.000 euros.

Por otra parte, la Asociación Animalista Libera muestra su más enérgica repulsa ante este caso, que confirma que se utilizaba el zorro capturado como "sparring" de entrenamiento de perros de caza.

Lamenta asimismo la falta de una normativa más contundente contra hechos de este tipo, donde animales silvestres son capturados por diversión, motivos cinegéticos o como "cabeza de turco" de supuestos daños en cultivos, cuando las sanciones por situaciones de reconocida crueldad, como adiestrar perros con este mamífero que no llega a superar, de media, los 8 kilogramos de peso, como un cánido de pequeño tamaño. Resalta que a través de redes sociales o conocidas plataformas de video en streaming es habitual contemplar imágenes dantescas de perros y cazadores ensañándose con jabalís o zorros durante sus batidas, autorizadas por la propia Xunta de Galicia y en donde se contemplan imágenes que no deberían formar parte de una Sociedad desarrollada.

Por las imágenes distribuidas por el cuerpo armado se deduce un animal aterrorizado, por lo que desde la organización en defensa de los animales han pedido públicamente que se evalúe el estado del mismo para ver si ha podido sufrir más heridas que las provocadas, presuntamente, por los canes empleados en adiestramiento, y si se pudiera imputar al responsable mayores infracciones. Para Libera, el hallazgo demuestra que la caza es una actividad cruel, en donde el “todo vale” está a la orden del día y busca ejercer la violencia sobre especies