El concesionario de Cangas afectado por la Operación "Ñagra" seguía ayer en plena actividad, atendiendo a los vecinos en una jornada en la que se hizo pública la detención de su responsable J.G.P. El otro local de exhibición de vehículos en Rodeira lleva cerrado por reformas desde haceun tiempo.

El empresario estaba ayer en el concesionario y no dudó en ofrecer su versión de los hechos. Nervioso por los acontecimientos, la primera frase fue para los clientes que tiene desde hace veinte años y con los que muchos guarda amistad: "Lo que más me duele es el daño a los clientes, pero ellos no tienen ninguna responsabilidad y el problema era nuestro, del concesionario con las financieras" con las que se firmaba el préstamo cuando se vendía un coche.

No esconde su enfado por cómo se llevó a cabo la detención, con un despliegue de agentes que no vio en otras operaciones en la televisión y que considera "desmesurado y un desmadre" porque, incluso, intentaron llevarle esposado. Insiste en que este concesionario es una empresa familiar, con 10 trabajadores y que él no iba a realizar nada por impedir el registro, que lo ocurrido puede acabar por hundirles pero que va a seguir luchando, como siempre lo ha hecho, por mantener los 10 puestos de trabajo, de gente que ha estado desde toda la vida trabajando en el concesionario.

"Soy un currante que no salgo del concesionario", señala J.G.P. que quiere insistir en que "los clientes no tienen niguna responsabilidad" y que peleará para que esto no afecte a nadie.

Asegura que ayer mismo recibió la visita de una clienta que le pedía perdón porque se vio obligada a denunciarle. Reconoce que la situación pasaba por arreglar el problema con las financieras y se lamenta que esto hubiera llegado a tal extremo, porque se ha volcado para que el negocio pudiera sortear la crisis y de hecho lo ha estado consiguiendo manteniendo los 10 puestos de trabajo.

J.G.P. se inició en el sector de la venta de coches omo empleado en este mismo concesionario del que se hizo cargo, hace veinte años, para salvarlo de la quiebra: "Mantuve los puestos de trabajo de la docena de empleados, que se iban a ir a la calle, los mismos trabajadores que hoy siguen".

Se siente apoyado por la plantilla, de la que dice que van a muerte con él, y con los que ha conseguido que este concesionario llegara a ser el que más vehículos vendía "hasta el punto que casi molestaba".

Respecto al presunto fraude, asegura que se trata de errores en los bastidores de los coches, que antes se pedían los vehículos al concesionario en Vigo, pero desde hace un tiempo hay que entrar en una página de fabricantes con coches disponibles, a nivel de España, en la que tú reservas un bastidor. Con esos datos, añade, se inicia la tramitación de la financiación, pero puede ocurrir que después otorguen otro bastidor cuando ya se había iniciado la operativa de la financiación". Por esta razón también cree que las financieras deberían de ver que el préstamo se corresponde al coche que se matriculó.

Insiste en que "no hay trampa ni cartón" como tampoco "ánimo de lucro, ni desvío de capitales" , que lo que se hizo es un problema del concesionario con las financieras "y los clientes no tienen nada que ver como para que les hayan involucrado de esta manera". Se sorprende de que aún ayer, no hubiera tenido acceso al expediente de la investigación por el cual fue detenido.