Aunque fueron mínimas las ocasiones en las que los integrantes del bipartito de Moaña mostraron disconformidad en público en los últimos tres años, sí que se produjeron varias situaciones de discrepancia que no pasaron desapercibidas.

Una de las más llamativas tuvo relación con la llamada cuestión catalana, cuando desde las filas socialistas marcaron distancias con la posición de la regidora apoyando el "procés" independentista. En aquel momento el PSOE pidió que la postura de la alcaldesa se tomase como un posicionamiento personal y dejaron claro que esa no era la posición del equipo de gobierno, alertando incluso de que los militantes del PSC habían sido "acosados" por el movimiento independentista catalán.

En el marco de este conflicto a nivel nacional se produjo la otra gran división en el gobierno municipal moañés: La reprobación del concejal nacionalista Pablo Ríos a finales de octubre por participar, como militante de Galiza Nova, en el reparto de panfletos a favor del referéndum independentista catalán. El reparto se había realizado entre los alumnos de los dos institutos de la villa.

La reprobación la había pedido el concejal de XM, Javier Carro, y obtuvo el voto a favor del PP. Salió adelante al abstenerse los tres ediles del PSOE. En esa sesión plenaria hubo un enfrentamiento dialectal entre Salvador Meira y el propio Pablo Ríos, aunque el ambiente se enfrió rápidamente.