El consumo eléctrico que depende del Concello de Moaña -esto es, toda la iluminación viaria del municipio, las farolas públicas de plazas y jardines o la iluminación y calefacción de locales municipales, colegios e instalaciones deportivas entre otros inmuebles- se ha visto reducido en un 22,6% desde el verano de 2015 hasta la actualidad. En 2015 el Concello consumió 3,22 gigavatios-hora (GWh) y en 2017 ese consumo había caído a 2,49 GWh. Esto conllevó la correspondiente reducción en las emisiones de CO2 asociadas al consumo eléctrico que realiza la administración local moañesa. En concreto la huella de carbono pasó de 1.024 toneladas de CO2 o su equivalencia en gases de efecto invernadero a una huella de 813 toneladas.

Desde el gobierno local explican esta situación al objetivo fijado al comienzo del tripartito para adoptar medidas de eficiencia energética. "Deste xeito o Concello está a contribuír á protección do medio ambiente ademais de reducir o gasto municipal".

Los datos se conocieron mediante un informe encargado al Instituto de Sostenibilidad Energética (ISENER) y servirán al Concello de base para sacar la licitación de todo el suministro de energía al Concello. La intención es sacar ese concurso este mismo verano, según explicó el concejal de Facenda, Aldán Santamarina. Se pretende licitar por cuatro años "para garantir que toda a enerxía consumida polo Concello proveña de fontes renovables". En el pliego de condiciones se incluirán cláusulas sociales "co triplo obxectivo de reducir o prezo da enerxía e o seu impacto ambiental e social", adelanta Santamarina.

En el mismo informe el Instituto de Sostenibilidad Energética realizó un servicio de consultoría que concluyó con una propuesta de optimización de tarifas y potencias que permitirá a las arcas municipales un ahorro estimado de 15.000 euros al año con la licitación. Estas conclusiones le fueron remitidas al Concello esta misma semana.

El descenso en el consumo se produjo incluso con el incremento de puntos de luz públicos y la extensión de nuevos tramos de la red de iluminación varia en distintos barrios, acometida en los últimos años.

Desde el bipartito aluden a tres tipos de medida que explican la "importante reducción" de la huella ecológica y del gasto en iluminación. La primera de ellas sería la progresiva sustitución del alumbrado público por lámparas con el sistema LED. En 2016 se pasó a esta tecnología más eficiente el tramo de la PO-551 entre la casa consistorial y el CEIP Reibón.

En 2017 se acometió un segundo tramo de sustitución de puntos de luz apostando por el sistema LED, continuando por la red de la PO-551 entre la Avenida da Xunqueira y la zona de Isamil.

Ese mismo año también se sustituyeron los puntos de luz de la carretera general entre Rodeira (todavía en Cangas) y el cruce de subida al colegio público de Tirán.

La segunda medida sería la sustitución del alumbrado exterior de la praza do Concello, acometida también el pasado ejercicio.

La tercera y última de las decisiones adoptadas en los últimos años y que explicaría este descenso en el consumo son las mejoras en la eficiencia energética del pabellón deportivo de O Rosal. Los calefactores eléctricos se sustituyeron por una caldera de gas de alta eficiencia en 2016 y además se instalaron, el año pasado, hasta seis paneles solares.

El informe encargado por el Concello desvela que el consumo energético por habitante en que incurre la administración local se sitúa ahora en 128 kWh por habitante cada año. Esto supone una huella muy inferior a la media de municipios de tamaño similar a Moaña, cuyo consumo es de 231 kWh anuales por habitante. En dinero, el coste energético del Concello moañés por cada vecino es de 20,92 euros cada año.

Eso sí, el incremento del 21,5% en el precio de la electricidad, hizo que esta reducción no se correspondiese con un descenso proporcional del gasto económico, que solo cayó un 6%, sumando en 2017 un importe de 407.828,36 euros.

Mejoras para este año

En el actual 2018 el Concello moañés tiene previstas varias inversiones en materia de eficiencia energética. Por ejemplo, ya se sustituyeron los focos del pabellón de O Rosal por lámparas LED. También se apostará por una caldera de gas y la puesta a punto de los paneles solares existentes en el pabellón de A Xunqueira.

La administración local está pendiente de dos subvenciones por importe de 200.000 euros con las que pretende mejorar el alumbrado público en Ameixoada, la alameda del centro y la carretera San Benito-Liñares.

Finalmente, se pidieron otras dos ayudas a la Xunta por importe de 87.000 euros para prolongar la sustitución de luminarias por el sistema LED en la PO-551, tanto hasta la gasolinera de Domaio como entre Tirán y el Portal do Almacén, cubriendo toda la carretera general.