Los análisis de los biólogos del Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño de Galicia (Intecmar) permitieron ayer constatar una remisión de los efectos de la toxina en la ría de Vigo, con lo que pudo reabrir uno de los polígonos de bateas situados frente a las costas moañesas. En concreto abrió el polígono Cangas E, ubicado frente a Domaio. Esta decisión sigue a las reaperturas de varios polígonos en la ensenada de San Simón acordados el pasado martes.

Esta reapertura en Domaio se produce casi un mes después de que la toxina obligase a cerrar todos los viveros de mejillones de la ría de Vigo, impidiendo que los mejilloneros retirasen producto para ponerlo a la venta en el mercado.

Los bateeiros con su base en Moaña y Domaio han concluido ya, antes de Semana Santa, su periodo de exportación de bivalvo al mercado extranjero, que es la fase de más actividad comercial del año.